La victoria de la coalición nacionalista no frena el ascenso de EH y los partidos opuestos a Lizarra

La coalición electoral que PNV y Eusko Alkartasuna, los dos partidos que integran el Gobierno vasco, cerraron en 66 de los 250 municipios de Euskadi, incluidas las localidades más pobladas, y en las tres Juntas Generales (parlamentos provinciales) se ha mostrado como un negocio poco rentable. La alianza, planteada para reducir pérdidas frente a la previsible subida de populares y EH, vence en las municipales, pero pierde cinco puntos sobre 1995, los mismos que sube la marca electoral de HB. EH logra el mejor resultado en votos de la izquierda abertzale en unas elecciones en Euskadi.

El nacionalismo moderado vasco vivió ayer su victoria más amarga. La coalición PNV-EA venció en las elecciones municipales con un 34,21% de los votos, sumando los municipios en que se presentaba unida y aquéllos en que cada una de las formaciones lo hacía por separado. Pero no sólo cede cinco puntos, sino que es derrotada en dos de las tres capitales (Vitoria y San Sebastián) y en las Juntas Generales de Álava, aquí por un escaso margen. Sólo en las tres capitales, los nacionalistas moderados pierden en conjunto tres ediles (bajan de 26 hace cuatro años a 23). En las tres juntas ceden seis puestos (de 62 junteros en conjunto a 56).

Los otros dos grandes beneficiados de los comicios son populares y socialistas, que crecen en buena mediada costa del descenso de UA y el nuevo revolcón de Izquierda Unida, respectivamente. El PP sube casi tres puntos porcentuales (de 14,67% a 17,51%), mientras que el PSE lo hace en algo más de uno (18,75% sobre 17,17% hace cuatro años).

Pese al avance de Euskal Herritarrok, va a resultar imposible trasladar a las principales instituciones locales vascas el pacto de gobierno que PNV y EA suscribieron con Euskal Herritarrok. Cada una de las capitales vascas queda en manos de un partido distinto, lo que complicará de forma notable el escenario de pactos poselectorales. Por primera en 20 años, un partido nacionalista no es el más votado en Vitoria, que queda en manos del PP, con nueve ediles, cuatro más de los que tenía. Los partidos opuestos al pacto de Lizarra (PP, PSE y UA) logran mayoría absoluta de concejales.

La otra derrota principal para los nacionalistas moderados se registra en las Juntas de Álava, donde populares y PNV-EA empatan a 16 junteros. Pero el PP es el primer partido por 363 votos. También aquí los partidos constitucionalistas suman mayoría absoluta. Hasta el último momento estuvo en disputa: el escaño que al final logró el PP.

Socialistas y populares suman más de la mitad de los votos en San Sebastián, donde el actual alcalde, Odón Elorza (PSE), obtiene un claro triunfo personal, aumentando en dos su número de ediles (de siete a nueve).

En Vizcaya, el principal feudo del PNV, peneuvistas y Eusko Alkartasuna ceden casi cuatro puntos porcentuales respecto a los resultados de 1995. Bilbao, en cambio, sigue siendo la joya de la corona nacionalista y la coalición mantiene los nueve ediles que el PNV obtuvo en solitario hace cuatro años y prácticamente el mismo porcentaje de votos. En las elecciones a las Juntas Generales, mantienen los mismos junteros, revalidando su primer puesto con nueve escaños sobre el segundo lugar, que ocupan los populares (10). Pese a ello, PNV-EA necesitarán pactar para seguir gobernando esta provincia. En este territorio, los socialistas mantienen su tradicional primer puesto en las poblaciones de la Margen Izquierda, aumentando incluso su número de ediles en algunas localidades a costa de Izquierda Unida. En Ermua, el PSE logra más del 52% de los votos. En conjunto, el PSE amplía su número de concejales en las tres capitales, además de vencer en San Sebastián.

EH, segunda formación en porcentaje de votos en las municipales, consolida los buenos resultados que ya obtuvo en las autonómicas del pasado octubre, respecto a las cuales gana unos mil votos, pese a que la participación ayer fue cerca de cinco puntos más baja. Euskal Herritarrok gana concejales en las tres capitales, llegando a doblar su representación en Bilbao (de dos a cuatro). En las tres Juntas pasan de 20 sillones a un total de 29. En Guipúzcoa, el territorio de mayor implantación de Euskal Herritarrok, la coalición nacionalista moderada, que baja de 22 a 19 puestos, puede necesitar cerrar un pacto con los de Arnaldo Otegi para gobernar esta institución. Sus 19 junteros son sólo uno más de los que suman populares y socialistas.

Los grandes paganos son las formaciones menores. IU repite los malos resultados que tuvo en las últimas autonómicas. Su retroceso es generalizado y llega a desaparecer del Ayuntamiento de San Sebastián y las Juntas Generales de Guipúzcoa. En Bilbao y Vitoria, la formación de Javier Madrazo ve reducida su representación a la mitad. Los foralistas de UA se desploman en Álava, donde pierden siete junteros. También pierde tres ediles en Vitoria, donde actualmente gobernaban en coalición con el PNV.