El candidato socialista Clos roza la mayoría absoluta en Barcelona
Barcelona se resiste a la derecha. Con el 100% de los votos escrutados, el socialista Joan Clos conseguía ayer los mejores resultados obtenidos por los socialistas en la capital catalana, que sitúan al PSC al borde de la mayoría absoluta. Su más directo contrincante, el convergente Joaquim Molins , veía cómo la coalición nacionalista retrocedía sensiblemente, al igual que el Partido Popular. Molins reconocía abiertamente los "malos resultados de CiU".
Con el 100% de los votos escrutados, Clos se situaba en los 20 concejales -uno por debajo de la la mayoría absoluta-, mientras que Convergència i Unió (CiU) obtenía 10 y el PP 6. Iniciativa per Catalunya-Verds (IC-V) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) conseguían dos y tres concejales, respectivamente. Este escrutinio colocaba a CiU ante uno de sus peores resultados, únicamente por encima de los elecciones municipales de 1979 en las que se quedó con ocho ediles. Clos, en una comparecencia triunfal ante la prensa y los militantes socialistas, dijo que quiere que Barcelona "sea la mejor ciudad de Europa; y por ello lucharemos". "Seguiremos trabajando para conseguir el máximo consenso con las fuerzas políticas representadas en el consistorio y para solucionar los graves problemas que tiene Barcelona", subrayó.
Joaquim Molins, cabeza de lista convergente, reconocía los "malos resultados sin paliativos" obtenidos por su coalición en la capital catalana. El también presidente del Grupo Catalán en el Congreso felicitó deportivamente a su directo competidor, el alcalde Joan Clos. Molins subrayó que el planteamiento de su campaña no había surtido efecto. "Haremos, pues, oposición responsable y desde el primer día", dijo el cabeza de lista de CiU, rodeado de las caras de circunstancias de la plana mayor de la coalición: Jordi Pujol, presidente de CDC; Josep Antoni Duran Lleida, líder de Unió Democràtica, y Pere Esteve, secretario general convergente. "No hemos sabido deteminar una propuesta de ciudad y comenzar a preparar la oposición", dijo Molins, quien subrayó que "diez concejales son muy mal resultado". "Nuestros electores nos encontrarán a partir de mañana cada día en la calle", según el cabeza de lista convergente.
Baja participación
La participacióm en Barcelona capital fue ayer del 51,47%, y Molins atribuyó sus malos resultados también a este hecho. "La baja participación ha afectado al voto convergente", aseguró el presidente de CiU en el Congreso de los Diputados. Molins quiso dejar claro que el resultado de Barcelona no es trasladable al resto de Cataluña. No obstante, las caras largas en la sede de CiU contrastaban con la alegría exhultante de la sede del PSC y con un Partit dels Socialistes que veían en los resultados de ayer una premonitoria victoria en las autonómicas del próximo otoño.
Santiago Fisas, candidato del PP a la alcaldía, equiparó el descenso de su partido -de siete a seis concejales- al de Convergència i Unió y atribuyó este mal resultado a la baja participación. Fisas concluyó su primera comparecencia poselectoral poniéndose a disposición del partido y mostrándose dispuesto a continuar luchando por Barcelona.
Uno de los rostros satisfechos de la noche era el de Josep Lluís Carod-Rovira, secretario general de Esquerra Republicana, quien se congratuló de no haber padecido electoralmente por la escisión del Partit de la Independència de Pilar Rahola y se presentó como la verdadera izquierda nacionalista frente a la "izquierda pija" que no concretó. Iniciativa per Catalunya-Verds también superó la prueba de la escisión y ha conseguido dos concejales en el consistorio, del que han quedado excluidos los anguitistas de Esquerra Unidad i Alternativa.
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