Hallados posibles restos óseos del niño que desapareció en el Pirineo oscense
Los padres del niño zaragozano José Joaquín Ayete, desaparecido hace tres años, cuando tenía 13, en el valle pirenaico de Gistain mientras participaba en una excursión con 15 compañeros del campamento de verano y cuatro monitores, están convencidos de que lo restos óseos hallados el jueves por un montañero francés son de su hijo. Trasladados ayer al depósito municipal de Boltaña (Huesca), consideran que los tejidos encontrados junto a ellos pueden corresponder a la vestimenta del muchacho. En cualquier caso, la prueba del ADN será la que diga la última palabra. El lugar en el que fueron hallados los huesos, en el pico Colfreda, cerca del barranco de Valinier, está a 2.700 metros de altura y a unos seis kilómetros de distancia del punto en el que desapareció el pequeño. Estaban en unas rocas en forma de escalera, por lo que se especula con la posibilidad de que la víctima, extenuada, se sentara a descansar. Esa zona, que no es un sitio habitual de paso, suele estar gran parte del año cubierta de nieve.
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