Ruiz-Gallardón proclama que desde que gobierna "se han transformado" las grandes ciudades del sur

, Al presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, nada más apoyarse en el atril con forma de paellera galáctica que el PP ha lucido en sus mítines, los jóvenes de Nuevas Generaciones le pidieron que saltase: "¡Que bote, que bote!". Se lo exigían a todos los que subían (Álvarez del Manzano brincó tres o cuatro veces; Rato, unas cinco, y Aznar, una). Pero el presidente regional, poco amigo de extravagancias que alboroten su imagen de serio, no botó e intentó acallar los gritos haciendo un poco la rosca a los de Nuevas Generaciones: "Vosotros, los jóvenes, sois lo importante y eso lo sé porque hace 20 años yo estaba ahí ". Ruiz-Gallardón, después, se puso aún más serio. En su discurso se dirigió a la franja de electorado que persigue: las grandes ciudades del sur, feudo de la izquierda. Aseguró que estas localidades (Móstoles, Fuenlabrada, Torrejón...) "se han transformado en estos cuatro años". Para seguir tentando a votantes que no son de derechas, confirió al metro, cuya extensión ha constituido uno de sus logros en estas legislatura, una proyección social: "El metro es algo comprometido con los ciudadanos más necesitados". Antes de enumerar los que, a su juicio, son éxitos de su gobierno, el presidente regional quiso dejar claro que es algo más que un buen gestor sin espíritu: "Hace cuatro años propusimos un proyecto de modernización, de vanguardia [palabra ésta muy repetida por Ruiz-Gallardón], constructor y no destructor, respetuoso y en contra de la sinrazón y el insulto y podemos decir con orgullo que lo hemos cumplido". Pero como no sólo de espíritu se convence al votante pasó a recordar los hechos: "55 kilómetros de metro, una universidad en el sur, 270.000 puestos de trabajo...". Tras esto, dijo que la Comunidad de Madrid "es solidaria con el resto de España porque es la Comunidad que la vertebra". Y luego afirmó que no le importa "que con el dinero de los madrileños se hagan escuelas en Castilla-La Mancha o carreteras en Andalucí". Luego, mirando a los jóvenes del PP, dijo: "Y ahora es cuando hay que votar". Pero no botó.