Los precios se reducen al 2,2% en mayo por los alimentos y las medidas del Gobierno

El índice de precios al consumo (IPC) del pasado mes de mayo ha servido en bandeja al Gobierno un buen dato para sus argumentos electorales. Según publicó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE), en mayo respecto de abril los precios no variaron y la tasa de los últimos 12 meses bajó dos décimas, hasta el 2,2%.

La mayor parte del mérito hay que atribuirlo a los alimentos (-0,3% en junio), y en menor medida, a las medidas contra la inflación adoptadas por el Gobierno el pasado 16 de abril. Éstas afectaron, sobre todo, a los precios energéticos, que registraron una subida de una décima en mayo, con la misma variación en los últimos 12 meses.

El ascenso responde a la evolución de los precios del petróleo, ya que, pese a bajar dos dólares en mayo, se situaron muy por encima (unos 16 dólares) del nivel alcanzado a finales de 1998 (cerca de 10 dólares). El problema para conseguir mayores avances en los precios de la energía es que el pasado año bajaron un 6,6%.

Otros productos energéticos, como gas ciudad, butano y electricidad en el capítulo de vivienda, bajaron medio punto en mayo, lo que respondería a las medidas del Gobierno. La rebaja del recibo de la luz fue del 1,5%, en tanto que para el gas ciudad y butano se estableció un 2%.

Efecto limitado

En el sector servicios, las medidas del Gobierno han tenido un efecto también limitado. Este grupo de productos subió dos décimas en junio, una décima menos que en el mismo mes del año anterior, y su variación de los últimos 12 meses ha sido del 3,4%, dos décimas por debajo de abril. La principal de estas medidas fue la rebaja de los aranceles de los notarios y registradores de la propiedad (un 25%) y de las tarifas telefónicas (entre un 10% y un 12% para las llamadas no locales). La relativa moderación en los precios de los servicios en mayo respondió a este capítulo de comunicaciones, y también al transporte y la enseñanza. Por el contrario, subieron el alquiler de vivienda (0,4%) y los servicios médicos (0,3%).

Con estos resultados, el Ministerio de Economía lanzó ayer las campanas al vuelo, y calificó de "muy satisfactorio" el resultado de mayo. En un comunicado, Economía atribuye "el cambio de tendencia de la inflación" a las medidas recientemente adoptadas, y, en un alarde de premonición, da por superada la sequía de los últimos meses y las tensiones en los precios del petróleo.

También augura ascensos en los precios en los países del euro, por la mejora de la situación económica en la zona, "con la mejora consiguiente de la posición relativa española". Ayer se conoció, sin embargo, que el IPC en Francia se mantuvo estable en mayo, con una variación del 0,4% en los últimos 12 meses. En abril, último dato publicado, el diferencial de inflación de España con respecto a la zona euro se elevó a 1,2 puntos.

El vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, señaló al respecto que la economía española "crece a unos ritmos sustancialmente superiores a la media europea", y que la demanda interna y la creación de empleo son las más altas de Europa. Añadió que las medidas adoptadas por el Gobierno "han comenzado a dar sus frutos", y equiparó la política económica del Gobierno de Aznar a la del Reino Unido y Alemania.

El Ministerio de Economía da así por conseguido que la inflación se sitúe a finales de año "por debajo del 2%", el límite máximo establecido por el Banco Central Europeo (BCE) para los países del euro. El objetivo señalado en los Presupuestos es el 1,8%, y hasta el mes de mayo se acumula un 1,2%. El pasado año acabó en un mínimo histórico del 1,4%, y en mayo se alcanzó el 2%; es decir, dos décimas menos que en mayo de este año (2,2%).

Baja la patata

Aún queda, por tanto, un cierto camino por recorrer, ya que el buen dato de mayo responde en su mayor parte a la evolución de los precios de los alimentos (-0,3%), cuyo peso en el IPC es de casi el 30%. En especial, a un capítulo tan aleatorio como es el de los alimentos frescos, que bajaron nueve décimas en mayo respecto de abril. Dentro de éstos destaca el descenso del 13,2% en el precio de la patata y del 1,4% en el del cordero y los huevos. En cuanto a la patata, las importaciones de choque decididas por el Gobierno son seguramente la causa. Por el contrario, subieron los precios de las frutas frescas (1,2%) debido al inicio de la temporada de verano. Los alimentos elaborados subieron una décima a causa, sobre todo, del aumento (2,2%) en el precio del aceite.

Los componentes más estables del IPC también han contribuido, aunque menos, al buen dato de mayo. Además de reducirse dos décimas la variación anual en los precios de los servicios (hasta el 3,4%), los correspondientes a los bienes industriales no energéticos no variaron y se redujeron una décima respecto a mayo de 1998, hasta el 1,5%.

Debido a esto, la denominada inflación subyacente (una vez descontados los precios de los alimentos frescos y de la energía) se elevó una décima en mayo, cuando en ese mismo mes del pasado año subió dos. La tasa interanual (sobre mayo de 1998) se mantiene en el 2,5%, como en abril, pero su diferencial con respecto al índice general se amplía a tres décimas, dos más que en abril.