Jospin se declara menos atlantista y librecambista que Blair y Schröder

Lionel Jospin se aferró ayer a la "excepcionalidad francesa" frente al documento "social liberal" que el primer ministro británico, Tony Blair, y el canciller alemán, Gerhard Schröder, emitieron conjuntamente la víspera. El manifiesto de los dos líderes socialdemócratas europeos cayó en la izquierda francesa como un jarro de agua fría justo en el momento en el que festeja el segundo aniversario del Ejecutivo de la "izquierda plural".

, Como no podía ser menos, en vísperas de las elecciones europeas, la derecha francesa enarboló el manifiesto de Blair y Schröder como la prueba del aislamiento internacional del socialismo francés. El momento elegido, la personalización del manifiesto, que hace más clamorosa la ausencia de Jospin, y la inexistencia de alusión alguna al pacto europeo para el empleo irritaron a los socialistas franceses, que dedicaron buena parte de la jornada a la tarea de relativizar el impacto y a reforzar el perfil propio. Aunque la práctica del Gobierno de París no desentona en absoluto con el comportamiento que los Ejecutivos de Londres y Bonn siguen en el terreno de las privatizaciones y del control del gasto público, por ejemplo, el socialismo francés está lejos de renunciar a su discurso. "Francamente, yo no me reconozco en la tercera vía, creo que nosotros somos diferentes, menos librecambistas y atlantistas que los británicos y alemanes", dijo Jospin. La izquierda francesa, piensa Jospin, hace honor a una larga tradición cuando propone la regulación económica mundial. "Hay una cierta originalidad francesa que hay que ser capaces de preservar y que se manifiesta", dijo, "tanto en el terreno de la diplomacia [Kosovo] como en la visión de la economía, la transformación social y el equilibrio entre el Estado y el mercado. Sabemos ser nosotros mismos y dialogar con los hombres de Estado y de Gobierno, y también con los amigos socialistas, que tienen su propia originalidad y sus intereses".