El detenido apaleado por unos "mossos" en Roses no identifica a los agresores
La rueda de reconocimiento que debían servir para que Dris Zraidi, un súbdito marroquí de 45 años, identificara a los agentes de los Mossos d"Esquadra que participaron en la agresión que sufrió en la comisaría de Roses (Alt Empordà), entre los días 3 y 4 de agosto pasado, no sirvieron para que la víctima lograra ayer identificar claramente a los presuntos agresores.
La rueda de reconocimiento fue convocada a primera hora de la mañana en la comisaría de los Mossos de Roses. Los agentes inculpados en la causa habían sido puestos entre otras personas y el agredido fue conducido allí para ver si podía identificarlos. Pero la rueda tuvo un desenlace inesperado que puede marcar el desarrollo de la investigación judicial abierta contra los nueve agentes autonómicos adscritos a la comisaría de Figueres. Nada más llegar, Zraidi alegó que tenía problemas visuales y no podía distinguir bien los rostros. Después de la visita del médico forense, fue trasladado al hospital, donde los oculistas comprobaron que tenía cuatro dioptrías de miopía. Dos horas más tarde de la hora prevista para el reconocimiento, Zraidi, provisto de unas aparatosas gafas de oculista, regresó a la comisaría para participar en nueve ruedas de identificación que, según Carles Monguilod, defensor de tres de los agentes, demuestran la poca credibilidad del testigo y le darán argumentos para pedir el sobreseimiento de la causa. Según el letrado, Zraidi no pudo realizar una identificación convincente, puesto que reconoció a algunos de los figurantes y dudó en muchas ocasiones. El súbdito marroquí no reconoció al agente que hasta el momento se considera el principal promotor y protagonista de la paliza, y que desde el mes de agosto está suspendido de empleo y sueldo. Monguilod pedirá la inmediata readmisión del agente. El letrado considera que las grabaciones efectuadas durante los incidentes, que obran en poder del juez, en las que queda meridianamente probada la agresión, así como la colaboración y el beneplácito de un buen número de agentes, no servirán para identificar a los agentes implicados, puesto que en la comisaría había unos 30 policías. Los incidentes que está investigando el juzgado de Figueres se produjeron tras la detención de Zraidi, quien circulaba con su vehículo en dirección prohibida por una calle de Sant Pere Pescador. Zraidi, con antecedentes penales y judiciales, se negó a identificarse ante los agentes que le dieron el alto y la discusión derivó en una pelea que le llevó a prisión. Uno de los policías acabó con una mano lesionada. Posteriormente, el súbdito marroquí denunció agresiones por parte de un grupo de agentes, que entraron en varias ocasiones en su calabozo para darle un escarmiento, según se desprende de la grabación efectuada en comisaría. En el Hospital de Figueres se le diagnosticaron contusiones y fisuras en tres costillas.
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