Nueve artistas han exhibido su obra en la librería Robafaves de Mataró

Un fondo negro y tres monitores de televisión en los que se proyecta un vídeo minimalista que repite siempre la misma imagen: una mano que acaricia la pantalla. De esta forma interpreta el artista mataronés Jordi Cuyàs Imagine si ceci..., un poema en el que su autor, Samuel Beckett, aborda el fin de las cosas, la muerte. Cuyàs utiliza una imagen animada que intenta aferrarse a la vida, a "todo aquello que tenemos y que un día puede desaparecer, sin más". Esta acción artística podría estar expuesta en cualquier galería de arte, pero en este caso el escenario es un escaparate de la librería Robafaves de Mataró. La acción realizada por Cuyàs clausura Opera aperta, un ciclo inspirado en el ensayo del mismo título de Umberto Eco e impulsado por la Asociación para la Cultura y el Arte Contemporáneo que consiste en una "lectura abierta" de una obra literaria por parte de un artista. Desde el pasado octubre, nueve creadores han realizado este ejercicio, que según su coordinador, Manuel Guerrero, se basa en "unir literatura y pensamiento" en un espacio poco convencional. Con estas acciones los organizadores pretendían incentivar los "juegos metafóricos" y constatar "la riqueza infinita" de lecturas que puede ofrecer cualquier obra literaria. Otro de los objetivos que persigue la iniciativa es acercar el arte contemporáneo a los ciudadanos interesados que desconocen las tendencias actuales. Interpretaciones En el escaparate de esta librería han mostrado sus particulares interpretaciones de obras literarias artistas consagrados como Perejaume, Zush y Hannah Collins. Una de las aportaciones más emotivas fue la que realizó Joan Brossa. El polifacético artista catalán no pudo contemplar el escaparate que había diseñado inspirándose en un texto propio ya que falleció unos días antes de su inauguración. Pero no sólo han participado en esta experiencia artistas consagrados, los jóvenes también han mostrado su particular interpretación de un texto literario determinado. Aunque reconoce que su elección es "subjetiva", el coordinador de Opera aperta, Manuel Guerrero, asegura que intentó abarcar un espacio amplio que reuniera a diversas generaciones, así como la utilización de diferentes tendencias artísticas. Otro de los criterios de elección fue "la potencialidad metafórica" de la obra de estos artistas, de manera que pudieran realizar este ejercicio dialéctico sin problemas. El ciclo también ha contado con las aportaciones de Domènec, Benet Rossell, Ignasi Aballí, Montserrat Soto y Jordi Cuyàs. Los responsables de la librería Robafaves definen la experiencia como "una combinación perfecta"que permite despertar el interés de la gente por una obra literaria concreta a partir de las creaciones realizadas por los artistas. Joan Poch, de la cooperativa Robafaves, asegura que el escaparate "nunca dejó de ejercer su función".