Tres ataques de impotencia
Un día cualquiera te ponen una multa de tráfico que recurres a sabiendas de que quien resolverá el recurso (primer ataque de impotencia) será, en definitiva, quien antes ha instruido el expediente. Puedes ir al contencioso administrativo, te dicen, lo cual supone letrado y procurador por tu cuenta (segundo ataque de impotencia). ¿Qué hacer? Pagas (tercer ataque de impotencia) y te preguntas: ¿A esto se reduce las garantías de la ley? ¿Es ésta la justicia (administrativa, en este caso) que podemos ejercitar los ciudadanos? ¿No será todo un muro ante el cual te desengañas, te desalientas, te resabias, te resignas?-
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