Criterios dispares
Los mercados financieros occidentales habían cifrado una buena parte de sus expectativas inmediatas al dato del paro del mes de mayo en Estados Unidos, pero volvieron a caer en la trampa de las interpretaciones.
El paro estadounidense bajó al 4,2% la cifra más baja en 29 años y la remuneración media subió el 3,6%, desde el 3,2% de abril. Más personas trabajando y con salarios más altos supone un mayor consumo y, por tanto, mayor presión inflacionista, pero en la Bolsa de Nueva York prefirieron ajustar sus decisiones a los datos de sus analistas y pensaron que si en vez de crear los 216.000 puestos de trabajo que habían vaticinado, la economía creó sólo 11 .000 es porque crece a un ritmo mucho menor del esperado. Así las cosas, Wall Street abría al alza, lo que permitió un cierre positivo en las bolsas europeas, y al término de la sesión registraba un avance significativo de 136, 20 puntos (1,28%), que deja el índice Dow Jones en 10.799,80.
La Bolsa de Madrid pudo ganar al cierre el 0,23% después de pasar algunos malos momentos junto con el resto de los mercados europeos, para los que los acuerdos de paz en los Balcanes no han servido de apoyo.
El euro siguió cayendo hasta nuevos mínimos históricos, 1,0315 dólares de precio oficial y 1,0280 en el mercado, demostrando así que la guerra es, tristemente, un problema secundario para la Europa financiera. La economía de Estados Unidos crece a buen ritmo y con un paro del 4,2%, mientras que la UE supera el 10% de paro y crece con problemas, lo que explica que el dólar sea más fuerte incluso si la Reserva Federal adopta los criterios del mercado y no sube los tipos.
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