Día 71

- POLÍTICA Y DIPLOMACIA

Belgrado. El presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, recibe al enviado de la Unión Europea, Martti Ahtisaari, y al de Rusia, Víktor Chernomirdin, para estudiar el plan de paz del G-8. La propuesta, consensuada en Bonn por Ahtisaari, Chernomirdin y el emisario estadounidense, Strobe Talbott, contempla: el cese de los bombardeos, que la eventual fuerza de pacificación de Kosovo (Kfor) tenga "varias áreas de mando" bajo la dirección de Naciones Unidas y el repliegue total de las tropas serbias de Kosovo. El portavoz civil de la OTAN, Jamie Shea, insiste desde Bruselas en que no existirá un sector ruso como tal en el contingente pacificador y que tampoco se contempla la partición de Kosovo. Belgrado intenta preparar a la opinión pública para un acuerdo sobre el que se pronuncia hoy el Parlamento yugoslavo.Bruselas. La OTAN define la composición de las fuerzas internacionales de pacificación de Kosovo que sumarán cerca de 48.000 soldados, de los que 7.000 serán estadounidenses. El general de la Alianza, Wesley Clark, anuncia que el contingente estará en la zona en "unos días".

- DERECHOS HUMANOS

La Haya. La fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia, Louise Arbour, considera que les compete a los políticos decidir si "Milosevic es de fiar". Arbour, además, asegura que ha recibido cada día testimonios de "violaciones de derechos humanos". La fiscal reconoce que le han llegado pruebas a través de los servicios de espionaje de los países de la OTAN. Si se juzgará o no a Slobodan Milosevic, por crímenes de guerra no es, para Arbour, cuestión de "voluntad política".La Haya. El Tribunal Penal Internacional de La Haya, dependiente de la ONU, decide no pedir a los países de la Alianza que detengan los bombardeos sobre Yugoslavia "con carácter inmediato", tal y como habían solicitado las autoridades de Belgrado. La institución entiende que la campaña aliada no supone un acto de genocidio.