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Reportaje:

Pletórico de salud

Zarautz afronta la llegada del nuevo milenio con una salud desbordante. Todos sus indicadores corroboran el empuje de esta localidad, cuyo auge turístico y residencial representan un tipo de desarrollo económico acorde con las tendencias que actualmente se observan en los países más avanzados de Europa. Zarautz reúne tantos alicientes que no resulta extraño comprobar cómo año tras año experimenta un aumento de población que hoy en día se cifra en 20.470 habitantes. La indudable calidad de vida que ofrece esta población ha impulsado esta tendencia al alza, contraria a la mayoría de las poblaciones guipuzcoanas, que ha contribuido a rejuvenecer una población que en un 60% es menor de 40 años. Siempre jugó a su favor el privilegiado entorno de esta localidad abierta al mar, que anunciaba su playa como la más espaciosa del Cantábrico, refugio de aristócratas y realeza. Tal fue su auge que hubo un tiempo, allá por la década de los 60 que pudo echar por tierra todo el encanto. El empeño de algunos zarauztarras impidió el desarrollo generalizado de un plan urbanísitico descontrolado, de intenciones puramente especulativas, cuyo desgraciado e insalvable legado aun puede observarse en la zona de Vista Alegre o la mismísima torre de Euromar. Afortunadamente, aquella barbaridad urbanística sirvió para que a partir de entonces y con la llegada de la democracia se cuidara muy mucho el entorno de esta población a la que la naturaleza le ha otorgado semejante don. Gracias a la aprobación de las Normas Subsidiarias de Planeamiento, en 1988, Zarautz experimenta un crecimiento que empezó en la zona de Iñurritza, siguiendo por Salbide y recientemente ha extendido su área urbana hasta el límite infranqueable de la autopista, en Aritzbatalde. "Y ya está todo vendido", señalaba el alcalde Imanol Murua. Todavía quedan por rematarse los 335 pisos de protección oficial ubicados en dicha zona. Zarautz ha recuperado en estos últimos años, gracias al esfuerzo de las instituciones que le han dotado de equipamientos al más alto nivel (deportivos, culturales, comerciales y de todo tipo) una vitalidad que no sólo se reseva a la época vacacional. Si hace diez años la ocupación de la vivienda apenas superaba el 50% durante todo el año, ahora ésta se sitúa en un 67%. Pero indudablemente el gran motor económico de Zarautz, amen de la mediana y pequeña empresa perfectamente asentada en el polígono de Abendaño, sigue siendo el turismo. Tanto que la población puede llegar a alcanzar, como lo hizo el año pasado en pleno fin de semana de agosto, los 42.000 habitantes. Es entonces cuando Zarautz carece de respuestas para solucionar los rigores del tráfico que se concentran en su principal arteria. Para solucionar el embudo que se forma al final de la avenida de Navarra en el paso obligatorio hacia Getaria, el ayuntamiento ha encargado una serie de estudios de difícil ejecución. La alternativa más razonable sería el acondicionamiento del puerto de Meagas. El resto afectaría al entorno monumental. Y por ahí no pasan los zarauztarras. El fastuoso paseo marítimo que bordea la playa, plagado de terrazas al aire libre, se ha convertido en el principal reclamo del nuevo Zarautz. Sus dos kilómetros desde el extremo de la zona ocupada por el golf hasta el pequeño puerto van a ser extendidos tras la reciente aprobación de la dirección general de costas para construir un voladizo peatonal que llegará hasta Getaria. Está previsto que se inicien las obras después del periodo estival. Todo un lujo. Si para el alcalde Imanol Murua el paseo marítimo inaugurado durante el verano de 1997 fue la obra más emblemática de su gestión, la más importante ha sido la culminación del plan de saneamiento integral de la ciudad, evitando que los vertidos fueran a parar al este de la playa y sí al emisario submarino. Para que el saneamiento sea completo, este mismo verano se inaugurará la nueva depuradora, única en España por su nueva tecnología. No es extraño que con todos estos alicientes hasta el mismísimo Javier Clemente quiera tener su casa en Zarautz. Pocos lugares ofrecen tanto y tan bueno.

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