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Un babel de 30 idiomas en L'Alfàs del Pi

Los partidos integran a extranjeros en las listas en busca del decisivo voto de los europeos

En L'Alfàs del Pi, una localidad turística a ocho kilómetros de Benidorm, el inglés es casi obligatorio para trabajar en el Ayuntamiento. Es la lingua franca en la que se entienden sus 13.145 vecinos con treinta idiomas diferentes: los extranjeros superan a los españoles. Sólo los de la Unión Europea suman 6.299, que conviven con otras veinte nacionalidades, incluida la española.Los europeos se han mostrado pasivos ante la llamada a las urnas, a las que por derecho pueden acudir para elegir alcalde. Sólo 964 se han inscrito en el censo, del que suponen el 16%, un porcentaje capaz de decidir el color de la alcaldía si optara en bloque por alguna opción.

En busca de ese voto las tres formaciones que concurren a las elecciones han colocado en lista a europeos: los socialistas a la británica Amanda Allan, el alemán Dieter Kamps y la belga Denisse Cousment; el PP, a la noruega Lena Roosvaer, y la Agrupación Independiente Democrática de L'Alfàs (AIDDA), sitúa en puestos destacados a la británica Jean Elisabeth Hardcastle y a Angélica Majos, noruega nacionalizada española y actual concejal responsable de la coordinación de las relaciones con las comunidades extranjeras. Majos fue elegida en 1995 en la lista del PSPV-PSOE, grupo que perdió la alcaldía tras pasar al grupo mixto el actual regidor, Antonio Fuster, junto a otros dos ediles, que pactaron con el PP. Todos los partidos se lamentan del desinterés por las elecciones de los extranjeros a los que les sobra burocracia para formalizar la inscripción en el censo electoral, y falta información sobre el proceso.

Problemas de integración

La mezcla de razas y culturas puede imaginarse como una situación idílica de cosmopolitismo real, pero la situación acarrea algunos problemas. Desde los niños hasta los jubilados, la inmensa mayoría de los extranjeros que llegan a L'Alfàs del Pi desconocen el castellano. Los adultos no tienen muchos problemas de convivencia porque por lo general eligen residir en urbanizaciones copadas por compatriotas. Británicos con británicos y noruegos con noruegos. Con los niños la cosa cambia. En el colegio Santísimo Cristo del Buen Acierto este año se matricularon 1.020 alumnos en educación infantil y primaria. De ellos, 221 extranjeros (el 21,6%) de 23 países. El profesorado ha llegado a calificar la situación de "desesperante", y lleva lustros reclamando docentes políglotas de apoyo que nunca llegan.La dirección del centro optó por un programa de clases especiales cuyo único objetivo es el aprendizaje rápido del castellano: polacos, chinos, iraquíes, rusos, daneses, belgas, italianos, franceses, noruegos, húngaros, portugueses, alemanes... comparten pupitres y, a partir del inglés como lengua base, se preparan durante un curso para su integración en aulas normales. A este problema se suma la carencia de espacio físico, resultado de una política educativa deficiente y poco previsora de las autoridades autonómicas, que ha obligado a habilitar aulas prefabricadas.

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