El mercado invernal fue un fiasco
Sólo el Barça y el Espanyol mejoraron notablemente tras sus inversiones de diciembre
El Barcelona ocupaba la décima posición cuando se dio por inaugurado el mercado de invierno, el 15 de diciembre, justo después de la 14ª jornada. Contrató entonces a los hermanos De Boer por 3.500 millones de pesetas, con diferencia la mayor inversión efectuada en ese periodo, que casi cubre la totalidad del dinero desembolsado por los otros 19 clubes de Primera, y hoy ya tiene el título de Liga guardado en el bolsillo. A su vecino, el Espanyol, también le fue bien: iba 17º y ahora es séptimo; obtuvo 1.000 millones por la venta de Esnáider al Juventus y lo suplió gratis con Tamudo, un chaval que tenía cedido en el Lleida. Dos goles había marcado el argentino, ocho suma ya el español. En el debe del Espanyol figura Etoo: reclamó al Madrid su cesión a toda costa y, después de utilizarlo 30 minutos en cinco meses y medio, ya lo ha devuelto. Su lugar en la plantilla blanca lo ocupó Ognjenovic, que aún no ha debutado. Que si una lesión primero, que si la desconfianza del entrenador después... El yugoslavo no le arregló al Madrid sus problemas, sólo la cuenta corriente del Estrella Roja, su club de origen.En realidad, la suerte de Ognjenovic la han corrido casi todos los que cambiaron de aires por esas mismas fechas. Hace cinco meses ya del mercado de invierno, ese periodo de 30 días que se concede a mitad de curso el campeonato español para mejorarse, y muy pocos equipos pueden sacar pecho por su pericia.
El Mallorca y el Celta, que comandaban la clasificación antes de la apertura del mercado, no acertaron con sus maniobras. Los vigueses se hicieron con Jordi Cruyff, una operación de más ruido que resultado, y los mallorquines contrataron al argentino Pineda, que apenas ha intervenido. Ambos clubes están ahora muy por debajo del Barça.
En comparación con otros ejercicios, ya no fue el de este curso un mercado de invierno animado. El gasto global fue similar al de la temporada anterior y también el número de operaciones, pero no se dieron negocios luminosos. El mercado se llenó de cesiones y recuperaciones; pocos fichajes. Y hubo equipos que ni siquiera acudieron al mes de compras. Por ejemplo, el Deportivo, entidad estrella de este periodo en otras ocasiones, se limitó a repescar de forma gratuita a su guardameta Kouba, al que, por cierto, no ha utilizado aún.
La mayoría de las inversiones han servido de poco. Pero si una estrategia de invierno justifica que uno se lleve las manos a la cabeza, ésa es la del Atlético. Lo que necesitaba era un delantero, pero fichó a un medio centro discreto y mayor (Venturín) y a un zurdo indefinido (Solari). El primero fue un empeño personal de Sacchi, un jugador tipo Vizcaíno, al que el técnico italiano había dado por inservible tan sólo un par de meses antes. Solari lo fichó el club pese a la recomendación contraria del entrenador. Ni uno ni otro han jugado casi, y los rojiblancos, que estaban quintos, viven ahora decimoquintos, a tres puntos de la promoción.
Los equipos de abajo, los que más caras nuevas incorporaron, han corrido suerte dispar: les fue bien al Alavés y Extremadura, y mal al Tenerife y Villarreal.
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