Cogida grave de Juan Mora
Juan Mora resultó herido de gravedad cuando entró a matar al cuarto de la tarde. El toro ya le había avisado en la lidia de capote y muleta que no quería saber nada por el pitón derecho. Cuando entró a matar el animal ya no le perdonó. Le tiró la cornada, lo levantó del suelo y cuando lo tuvo a su merced le tiró otros tres arreones espeluznantes. La cogida pareció grave desde un principio. Mora quiso continuar, acabar con su enemigo, pero sus compañeros de terna le recomendaron la enfermería, a la que acudió al mirarse la herida. Este toro lo mató Ponce y el público premió el coraje de Mora con una oreja.Fue un toro justo de trapío el que le dio la cornada. Como éste salieron otros dos animales de Barral, al que los veterinarios rechazaron siete en el reconocimiento por falta de peso unos y por falta de trapío otros. Con estos datos, el público se preguntó qué había quedado en los corrales entonces. La corrida fue remendada con tres toros de Espartaco. La función trascurrió entre el triunfalismo, salvo el desagradable percance de Mora, que en su primero estuvo muy encima del toro que, muy mal picado, cabeceaba y tiraba tarascadas.
Barral / Mora, Ponce, Juli
Tres toros -2º, 3º y 4º- de Joaquín Barral (siete rechazados en el reconocimiento), anovillados, sin fuerza, nobles. Tres de Espartaco (en el reconocimiento se rechazaron dos), nobles, 6º distraído. Juan Mora: silencio; oreja. Enrique Ponce: oreja; oreja; salió a hombros. El Juli: saludos; oreja. Enfermería: Juan Mora asistido de cornada grave en la ingle, de 12 centímetros de extensión superficial y dos trayectorias.Plaza de Los Califas, 28 de mayo. 6ª corrida de feria. Lleno de "no hay billetes".
Ponce obtuvo dos orejas facilonas. Con el que hizo segundo, un bombón, le dio distancia y se colocó casi siempre al hilo del pitón. Dos tandas con la derecha volvieron loco al público. En el quinto, el matador se empleó también durante la faena. El presidente le concedió la oreja cuando las mulillas arrastraban el toro.
El Juli tenía todo a su favor para cortar las orejas a su primero, pero el toro se aplomó y dejó de andar al inicio de la faena. En el que cerró plaza puso todo de su parte ante un toro distraído.
Babelia
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