Yeltsin interrumpe su vacación para recibir al líder de Corea del Sur

Borís Yeltsin interrumpió ayer sus vacaciones en Sochi, en la costa del mar Negro, de la misma forma inesperada en que las inició el pasado viernes. Su regreso a Moscú parece tener dos objetivos: recibir mañana al presidente surcoreano, Kim Dae-jung, y supervisar la formación de Gobierno, a la que aún le faltan detalles y que se ha encontrado con dificultades inesperadas.Yeltsin llegó al aeropuerto de Vnukovo, y allí mismo se reunió con el jefe de su administración, Alexandr Voloshin, y con primer ministro, Serguéi Stepashin. Éste no pudo terminar siquiera de ver más tarde en el estadio de Luzhniki el partido de fútbol entre el Dínamo de Moscú y el Zénit de San Petersburgo. Una llamada telefónica de Yeltsin le hizo trasladarse con urgencia a la residencia campestre presidencial de Gorki-9, a donde también acudió Voloshin.

Moscú fue ayer un hervidero de rumores, en los que se mezclaban supuestas maniobras de oligarcas como Borís Berezovski y un plante, que no se había confirmado entrada ya la noche, del nuevo viceprimer ministro y zar económico Mijaíl Zadórnov. Éste, nombrado el día anterior, no parecía satisfecho de que le colocasen a un ministro de Finanzas, Mijaíl Kasiónov, aunque fuese a sus órdenes. También se especuló con la dimisión de éste último.