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Entrevista:IMMACULADA JUAN » CANDIDATA DE CIU EN DELTEBRE

La experta en medio ambiente que aspira a derrotar al "alcalde del 600"

Reside en una tierra de agua, arrozales y eucaliptus. Convive en el hábitat de los flamencos y los calamones, de las gaviotas y las zancudas. Es presidenta del Parque Natural del Delta y tiene un enemigo natural: Anopheles, el mosquito que espanta al forastero y frena el desarrollo turístico de Deltebre (Baix Ebre), el municipio del que pretende tomar las riendas. Para conseguirlo, Immaculada Juan, nacida en Tortosa hace 35 años, profesora de catalán por el Instituto de Ciencias de la Educación y diplomada en Educación Ambiental, deberá batir al alcalde del 600, sobrenobre con el que es conocido su contrincante político, Joan Bertomeu, del Partido Popular (PP). El alias no alude a ningún vehículo vetusto y, por supuesto, el alcalde no conduce ningún coche del histórico modelo de Seat. Seiscientos es el número de votos que consiguió el PP en Deltebre en las elecciones de 1995 (682, para ser exactos). Estos votos fueron suficientes para hacerse con la alcaldía, pese a que CiU obtuvo 3.106 sufragios. Tan sólo un "pacto antinatura", como lo califica Imma Joan, entre PP, PSC (2.509 votos) e IC (420), permitió desbancar del trono consistorial a Agustí Castells, el entonces candidato convergente, el más votado en las urnas. "Se unieron los tres partidos justificando el pacto por un asunto meramente personal contra Castells, lo cual supone anteponer una cuestión personal al interés común del pueblo", afirma Juan. En su opinión, la decisión supuso un flaco favor a la democracia, ya que "difícilmente se puede evitar que la gente mantenga su confianza en las urnas si la mayoría ha depositado su fe en un partido y los demás lo desfiguran todo de semejante forma". Gobernar Deltebre es todo un reto para la candidata. Antigua pedanía, consiguió la segregación de Tortosa en 1977. En la actualidad ha superado los 10.200 habitantes, que residen desparramados en un núcleo urbano de siete kilómetros cuadrados de superficie y de urbanismo anárquico: "Tan sólo hace cuatro años que disponemos de normas subsidiarias, por lo tanto, teniendo en cuenta que el grueso del desarrollo se ha hecho sin planes urbanísticos, aún tenemos que dar gracias de cómo se ha ido configurando el crecimiento de la población", señala Juan. Imma Juan se ha propuesto como objetivo conseguir un equilibrio entre la mejora ambiental y el desarrollo económico y social del delta del Ebro. El objetivo no es ajeno al doble papel que desempeña a diario: como política -es concejal desde 1991 y miembro del consejo comarcal- y como presidenta del parque natural. Esta institución no está exenta de conflictos, y vive una crisis interna que ha puesto en tensión a dos sectores sociales de la zona. Por un lado, los ecologistas han emprendido una cruzada pacífica contra los órganos de dirección del parque. Por otro lado, la Administración, regantes y cazadores han emprendido otra cruzada contra los ecologistas. En este contexto, hay quien se siente defraudado por la postura de Juan y le recrimina su postura excesivamente oficialista. Pero ella rechaza de raíz lo que considera radicalismos: "Hay que valorar el hecho de que muchos sectores sociales acostumbrados a obrar bastante anárquicamente han ido aceptando todas las restricciones impuestas por la creación del parque natural, con mucho esfuerzo por todas partes, hasta que han asimilado que como compensación a la labor de control se están defendiendo los recursos de la zona". Y añade: "Lo que es intolerable es que se pretendan imponer posturas extremas, porque entonces se rompe la convivencia. Nunca aceptaré mensajes reaccionarios y radicales que sobredimensionan el alcance real de los problemas".

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