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GUERRA EN YUGOSLAVIA Política y diplomacia

Montenegro acusa al Ejército de servir a la "dictadura de Belgrado"

El presidente de Montenegro, el prooccidental Milan Djukanovic, acusó ayer al Ejército de Yugoslavia de ser un juguete en manos de "la dictadura de Belgrado" ya que sus soldados mantienen bloqueadas las fronteras de esta república yugoslava con el exterior. Las declaraciones del mandatario montenegrino, que también ha pedido más autonomía para su república, se produce después de que el Ejército federal bloqueara un convoy con 20 camiones con ayuda humanitaria procedente de Croacia.

El Gobierno de Montenegro ha protestado enérgicamente contra el aumento del protagonismo del Ejército yugoslavo en su territorio, pero las gestiones con los militares no han logrado el desbloqueo del convoy, que lleva cinco días detenido. "Día a día, hora a hora, luchamos contra aquellos que quieren enrarecer la democracia en Montenegro", señaló Djukanovic a una emisora de televisión local. "El Ejército, a sabiendas o no, se ha puesto a disposición de la dictadura de Belgrado, que está obsesionada con la idea de conquistar Montenegro", añadió. Montenegro es la última república que junto a Serbia forma Yugoslavia, pero las relaciones entre ambas se han enrarecido hasta llegar a la ruptura con el desencadenante de la crisis de Kosovo.Djukanovic reclamó una reforma constitucional "que proporcione a Montenegro un marco lo suficientemente amplio, con la suficiente autonomía, para llevar a cabo sus intereses estratégicos nacionales". Serbia tiene unos 10 millones de habitantes, por los poco más de 600.000 de Montenegro; pero la Constitución les reconoce iguales derechos. "La práctica muestra que la Constitución se presta a las manipulaciones del régimen de Belgrado, que perjudican a Montenegro".

Además, la televisión montenegrina confirmó ayer una información avanzada la pasada semana por la BBC que anunciaba la existencia de unos 2.000 reservistas movilizados por el Ejército yugoslavo que se niegan a volver. Los hombres regresaron a sus hogares desde Krusevac al enterarse de que sus familiares se manifestaban por su vuelta. La televisión también dijo que los serbios prohibieron ayer una manifestaciones similar en Cacak, en el centro del país.

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