Greenpeace y el Institut d"Ecologia rechazan verter agua residual al mar

El vertido de aguas residuales al mar es una práctica absolutamente rechazable que debe ser sustituida por la depuración integral de las aguas para su reutilización. Esta fue la tesis defendida por los representantes de Greenpeace, el Institut d"Ecologia del Litoral, la Colla Ecologista d"Alacant y UGT, ayer, en la mesa redonda Por un mar limpio, que se celebró ayer en la sede ugestista de Alicante con la notable ausencia de dos de los invitados de peso, la Consejería Medio Ambiente y Capitanía Marítima.

"Es una falsedad absoluta que el mar lo limpie todo y que no pasa nada por realizar vertidos", coincidieron todos los participantes. Es más, en un mar como el Mediterráneo resultan especialmente peligrosos, por su pobreza en fósforo y nitrógeno y la calidad de especies que, en ciertas variedades, supera a las variedades oceánicas. Esta circunstancia hace del Mediterráneo un mar de aguas casi tan transparentes como las tropicales y muy vulnerable a cualquier variación de sus nutrientes. Especialmente en la zona comprendida entre el Cabo de Gata (Almería) y el Cabo La Nao (Alicante), de extremada pureza debido a que las corrientes procedentes de Marsella y Génova se desvían y pasan de largo. Por ello, cualquier vertido genera desequilibrios de grandes proporciones. En opinión del Institut d"Ecologia del Litoral, las soluciones deben pasar por el cese de los vertidos y deben ser tomadas a nivel global. De nada sirve actuar en las costas de la Comunidad Valenciana si desde Egipto se continúan virtiendo las aguas residuales que producen 40 millones de habitantes, sin depurar. Para Eva Hernández, coordinadora de hábitat de Greenpeace, la que los gobiernos "no tienen interés en invertir en depuradoras, sino en obras más vistosas como los paseos marítimos, e innecesarias para el litoral".