El ballet Cullberg de Suecia trae una bella durmiente "yonqui"

El Cullberg Ballet Riksteatern, de Suecia, presenta, dentro del ciclo Madrid en Danza, una versión atípica de La bella durmiente. El coreógrafo Mats Ek coloca a la figura de la princesa en un trasfondo actual de drogas y conflictos generacionales. "Tengo urgencia de contar historias", ha dicho Ek. "Todos somos portadores, mediadores y víctimas de una gran herencia cultural que incluye mitos, leyendas y cuentos de hadas... El acto de releerlos, sabotearlos y recrearlos, es decir, tomárselos en serio, es para mí algo muy significativo", añade el coreógrafo sueco sobre su adaptación artística del cuento.En la presentación del espectáculo, las actuales directoras artísticas de la compañía, Lena Wennergren-Juras y Margareta Lidström, contaron que su ballet, el más importante de Suecia y uno de los de mayor prestigio europeo, fue fundado en 1967 por Birgit Cullberg.

Esta versión de La Bella durmiente "es un cuento para adultos, contado en términos muy cercanos a la vida diaria", precisó uno de los bailarines, Eytan Sivak, quien destaca los conflictos vitales de su protagonista, la princesa Aurora (interpretada por Vanessa de Lignière) como principal eje del drama. "Al consumir drogas, Aurora se sumerge en una suerte de sueño: el sueño que vive esta época del siglo XX. Es un drama social y psicológico, aunque matizado por elementos humorísticos", concluyó el bailarín.

Cullberg Ballet. La bella durmiente. Hasta el 22 de mayo. Teatro de Madrid. Avenida de la Ilustración, s/n. de 800 a 3.000 pesetas.