El PSOE recela de la arqueóloga que excavará junto al Palacio Real

El grupo municipal del PSOE pidió ayer garantías de respeto arqueológico ante el proyecto de excavación previo a la construcción del subterráneo Museo de las Colecciones Reales elaborado por Esther Andréu, la misma arqueóloga cuyos estudios autorizaron el estacionamiento bajo la cercana plaza de Oriente. Patrimonio Nacional quiere instalar el museo en el subsuelo situado entre la Almudena y la Armería.

Rafael Simancas, concejal socialista del consistorio madrileño, mostró ayer ante la Comisión Municipal de Cultura la "sorpresa e indignación" de la oposición municipal al conocer que Esther Andréu Mediero es la autora del proyecto de intervención arqueológica previa a la construcción del futuro Museo de Colecciones Reales, bajo la explanada existente entre la plaza de la Armería y la catedral de la Almudena. Simancas fundamentó sus críticas en que Esther Andréu Mediero es la misma arqueóloga que autorizó la excavación bajo la plaza de Oriente, "que destruyó restos de muralla árabe, de la Casa del Tesoro -donde vivió y trabajó Diego Velázquez- y la calzada atribuida a Sabatini en la que sucedieron los hechos desencadenantes del levantamiento popular del Dos de Mayo de 1808". La oposición socialista pidió "garantías de que se preservarán los restos que sean hallados en el subsuelo", exigió que Andréu sea apartada inmediatamente de la excavación y solicitó al Ayuntamiento que intervenga ante el Gobierno.Por su parte, Esther Andréu, en conversación telefónica con este periódico, admitió que el proyecto de excavación es suyo y que Isabel Redondo, historiadora y concejal de Tielmes, ha contribuido a informarlo. "Pero Isabel no forma parte del equipo de siete arqueólogos que el próximo lunes comenzará conmigo la nueva excavación", informó.

"El hecho de que excaváramos antes la plaza de Oriente", subrayó Esther Andréu, "nos ha servido en gran medida para poseer una información previa muy valiosa sobre el entorno en el que vamos a trabajar ahora". No obstante, la arqueóloga admitió: "La nueva tarea es todavía más importante que la de la cercana plaza de Oriente. Mi cometido profesional es averiguar qué es lo que hay en esta zona. Si los restos hallados son cuantitativamente escasos, serán integrables en el futuro Museo de Colecciones Reales", precisó. "Si resulta que son muy extensos y no pueden ser integrados, el área será transformada en zona arqueológica visitable", dijo. "Naturalmente, ahí abajo puede que encontremos la muralla árabe, y por ser una fortificación, estaría protegida y no se podría tocar", señaló Andréu. ¿No sería viable, pues, el museo? "Claro que no, por supuesto que no, sería intocable", respondió la arqueóloga.

Sin embargo, más adelante matizó: "Una muralla siempre es integrable por ser un elemento vertical, ya que se puede emplear, por ejemplo, para dividir dos salas... Aunque este tipo de cuestión ha de ser resuelto por los arquitectos", añadió. ¿Museo de Colecciones Reales, de cuño decorativo, o Museo Arqueológico, de cuño histórico? "Dependerá de lo que hallemos", respondió Andréu. ¿No existía un recinto mejor, fuera del subsuelo histórico donde nació Madrid, para emplazar un museo de estas características? "Eso fue lo primero que planteé yo a Patrimonio Nacional", dijo.