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El PP destaca el ahorro del hospital de Alzira y el PSPV propone devolverlo a la red pública

Los candidatos a la presidencia de la Generalitat de los dos partidos mayoritarios asumieron personalmente ayer la presentación de sus respectivos programas de salud y sanidad. El hospital de Alzira, las listas de espera y el gasto farmacéutico son tres aspectos en los que chocan frontalmente los programas presentados por Eduardo Zaplana y Antoni Asunción. Si el PP afirma que el hospital de Alzira permitirá a la Generalitat un ahorro anual de 3.000 millones de pesetas, el PSPV lo considera un monopolio incontrolable y propone reintegrarlo en la red pública lo antes posible.

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Los populares apuestan por la introducción de nuevas fórmulas de gestión que sugieren separar la financiación de los servicios sanitarios, que deben ser públicos, de la efectiva prestación de los mismos, que puede ser asumida por fundaciones o empresas, tanto públicas como privadas. Es el caso del hospital de Alzira, construido con fondos públicos y cedido a una empresa privada para que lo gestione. En la misma dirección, el PP propone "motivar" a los profesionales a través de la "formación continuada" o la introducción del concepto de "incentivación en la gestión", de modo que el ahorro generado por una labor eficaz permita premiar a los profesionales que la prestan. Los socialistas apuestan por la libre elección de médico y hospital y defienden los conciertos con entidades privadas. Pero consideran que el modelo aplicado en el Hospital de Alzira supone un "monopolio" que no garantiza ni la calidad, ni la gestión, ni los precios de la atención sanitaria. Por esa razón, exigen que sea controlado por el correspondiente consejo de salud del área y proponen que revierta "al sector público en el menor tiempo posible". Ambos partidos proponen fórmulas para evitar trámites burocráticos a los pacientes como primera medida para combatir los retrasos en la atención sanitaria. Los populares proponen priorizar el diagnóstico de los pacientes de acuerdo con la posible gravedad de sus dolencias; impulsar la cirugía sin ingreso; programar las citas telefónicamente; derivar pacientes a centros públicos que no acumulen demoras; y ofrecer a todos aquellos pacientes que se encuentren en lista de espera para una intervención quirúrgica la posibilidad de ser tratados en un centro privado. Diagnóstico en 48 horas Los socialistas proponen establecer una línea de atención telefónica abierta las 24 horas y atendida por enfermeras para asesorar a los pacientes; facilitar el acceso a los servicios especializados para que cualquier paciente pueda ser atendido y obtener un diagnóstico en un plazo máximo de 48 horas. La evolución del gasto farmacéutico lleva al PP a proponer distintas modalidades para concertar el suministro de medicamentos con cargo a la atención primaria; introducir presupuestos indicativos a los diversos centros y premiar el cumplimiento de objetivos; fomentar la prescripción de medicamentos genéricos; centralizar la compra de determinados productos o individualizar los presupuestos de farmacia de cada centro de salud. Los socialistas consideran que la dispensa de medicamentos debe abordarse como un acto sanitario integrado, nunca como una actividad mercantil que genere situaciones de privilegio. Advierten sobre la necesidad de introducir medidas de control del gasto y sobre los riesgos que entraña su consumo abusivo. Sin embargo, proponen suprimir en el ámbito de la Comunidad Valenciana el decreto de financiación selectiva de ciertos productos, vulgarmente conocido como medicamentazo. Zaplana aseguró en Alicante que la apuesta de su Gobierno por la sanidad pública "ha sido inequívoca". "Ante las acusaciones de que hemos privatizado la sanidad no nos queda más que sonreír y, a continuación, rechazar ese argumento con datos incontestables", explicó durante una visita a las obras de ampliación del Hospital General de Alicante. "Si renovamos el Gobierno, seguiremos en la misma línea de rebajar la listas de espera, invertir en la ampliación y renovación de las instalaciones y en investigación", puntualizó. Zaplana se agarró a la estadística para corroborar el apoyo del Consell en favor del sistema sanitario público. "Las listas de espera se han rebajado al 80%. Se ha invertido más que nunca en obras de mejora y ampliación de hospitales, se han inaugurado 112 nuevos centros de salud y se han construido dos nuevos hospitales. Todo ello ha conllevado que los índices de satisfacción de los usuarios respecto al sistema sanitario público sean más elevados que nunca", dijo el presidente del Consell. "Por tanto, la oferta de nuestro programa electoral en materia de sanidad no será otra que la de avanzar en este rumbo que consideramos el adecuado", añadió. Sanidad enferma Asunción, en Valencia, también apostó inequívocamente por el sistema público "que trabaje con el operativo al completo, mañana y tarde". El candidato socialista denunció "los graves problemas que afectan a la sanidad pública, que se encuentra cada vez más enferma, al ver reducido su presupuesto". Y afirmó que "la caída de inversiones en reformas de hospitales está llevando al sistema sanitario público a la quiebra".

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