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PACTO DE LEGISLATURA EN EL PAÍS VASCO

El Gobierno afirma que el acuerdo es el "peaje de radicalidad" que el PNV paga a HB por la tregua

Luis R. Aizpeolea

El Ejecutivo reaccionó ayer con amargura y dureza al conocer la formalización del pacto de legislatura del PNV y Eusko Alkartasuna (EA) con Euskal Herritarrok (EH). "Es el peaje de radicalidad que el PNV ha pagado a Herri Batasuna (HB) por la tregua indefinida de ETA. El PNV ha metido el Pacto de Estella en Ajuria Enea", señaló ayer un portavoz de la Presidencia del Gobierno. Por su parte, el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, asegura que el pacto muestra que "los nacionalistas no siguen sus propias orientaciones sino las que les marca ETA".

El Gobierno ha visto en los últimos días cómo el proceso de paz en Euskadi se ha desdoblado en dos facetas. Por un lado, la tregua de ETA se va afianzando y la organización terrorista, en la entrevista ofrecida por dos de sus portavoces el pasado fin de semana, expresaba su intención de dialogar con el Ejecutivo. Pero es la otra cara del proceso la que más inquieta al Gobierno: la formación de un "frente nacionalista" con la consolidación de un gobierno monocolor tras la firma del pacto de legislatura entre el PNV y EA con EH, la plataforma electoral que engloba a HB. Una consecuencia del pacto será, a juicio del Ejecutivo, el probable traslado a los ayuntamientos y diputaciones vascas del acuerdo nacionalista. "Con ello consagran la división del País Vasco en dos bloques", dijo ayer un portavoz de La Moncloa, ya que el pacto forzará al PP y PSOE a unirse para debilitar la Asamblea de Municipios Vascos que trata de impulsar EH, con un "contenido soberanista y de contrapoder", tras los comicios del 13-J.Los mayores reproches del Ejecutivo fueron para el lehendakari, Juan José Ibarretxe, por aceptar un acuerdo "falto de garantías" e incumplir su promesa de que "sólo firmaría un pacto de legislatura con EH si este partido condenaba la violencia en Euskadi". "Se ha plegado a las presiones del sector más radical de la dirección del PNV", señalaron las mismas fuentes de Presidencia.

Ajuria Enea, en Estella

Además, el Ejecutivo dirigió a Ibarretxe un segundo reproche: "Hace pocas semanas, el lehendakari dijo que el Pacto de Ajuria Enea estaba superado igual que el de Estella. ¿Cómo va a funcionar un pacto de legislatura cuyo espíritu corresponde al Pacto de Estella y no al de Ajuria Enea? Han introducido el Pacto de Estella en Ajuria Enea".Al Gobierno le preocupa la "vía de radicalidad política que ha tomado el PNV, ya que se ha plegado a la dirección política de EH" y cree que abre un interrogante a las bases moderadas de este partido. A juicio del Ejecutivo, este acuerdo deja a "los pies de los caballos a los miembros del PNV que habían apostado por negociar pactos municipales con el PP y PSOE", en referencia a dirigentes del PNV alavés como el diputado general de Álava, Félix Ormazábal, o la concejal de Vitoria María Dolores Aguirre. "El problema ahora lo tiene Ibarretxe", señalan.

Por su parte, el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, declaró en Granada que el pacto es "el precio que paga el nacionalismo a ETA por el cese indefinido" de la violencia. Agregó que el acuerdo es "un gravísimo error para la sociedad vasca y para el nacionalismo" ya que deja vacío un espacio político que había ocupado hasta ahora el PNV, informa Alejandro V. García.

"Ese frente va a fracasar porque es un error, porque no es la demanda de la sociedad. Lo que no sé", añadió, "es cuánto tiempo va a durar, qué daño va a hacer a la moderación y a lo que significa un punto de encuentro a la sociedad vasca", dijo Mayor.

El secretario general del PP, Javier Arenas, aseguró que "no tiene explicación" firmar un pacto con quienes "como en el caso de EH están contra las instituciones vascas" y "llevan en sus candidaturas a presuntos asesinos".

Censura del PSOE

También el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, censuró a Ibarretxe "el incumplimiento de sus promesas". "La ausencia de una condena explícita de ETA supone que Ibarretxe está apoyado por una fuerza que no es leal con las reglas democráticas", dijo Almunia, que fue aún más rotundo al señalar que este pacto demuestra que los partidos nacionalistas "obedecen a unas orientaciones que no marcan ellos sino ETA y eso los ciudadanos vascos lo deben saber".En Izquierda Unida hubo división de opiniones. Javier Madrazo, líder de IU en Euskadi, calificó de "buena noticia para la normalización" la firma del pacto, mientras que Felipe Alcaraz criticó su "carácter independentista".

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