Cinegética

JAIME ESQUEMBRE No puedo ni imaginar cuál pueda ser, hoy, la reacción de Eduardo Zaplana cuando se eche a las manos los periódicos de la mañana y lea que la agencia espacial norteamericana, la NASA, ha decidido invertir en el parque científico de la Universidad de Alicante, donde construirá un centro de geodesia espacial. Y la Universidad de Alicante, ya se sabe, está en manos del rector Andrés Pedreño, considerado por el presidente como su peor y más poderoso enemigo político, pieza a batir por cualquier medio que imaginarse pueda. Ya lo intentó cuando le arrebató escuelas y facultades por decreto, gesto inequívoco de persecución al que siguió una sospechosa (¿y por qué no dirigida?) disminución de los convenios con instituciones y empresas de los que se nutre económicamente el campus. Aficionado a la cinegética académica, puso a trabajar a todos sus vasallos, y al punto comenzó la campaña de descalificaciones personales, acuñadas hasta por los más osados iletrados, de la que nadie podía abstraerse so pena de perder el carné del partido, y con él el cargo ejerciente o prometido. Lo último ha sido utilizar de forma mezquina los resortes de una entidad financiera de inequívoca vocación expansionista, la CAM, para impedir en sus salones la celebración de un acto cultural sobre Mario Benedetti en el que participará Pedreño. Pero es una pieza difícil de abatir, y lo de la NASA no hace más que complicarle las cosas, porque una cosa es situar a un lacayo al frente de la obra social de la caja o dictar doctrina a alcaldes, concejales y empresarios, y otra bien distinta avasallar a quienes te pueden enviar a la luna de una patada en el trasero. A los ataques responde Pedreño con alianzas estratégicas, que incluyen ya a algunos de los más poderosos organismos del planeta. Difícil se lo ponen a Zaplana, que se verá obligado a echar mano de Julio Iglesias para enmendar la plana a los americanos. Pero no lo duden: la guerra continuará, quién sabe si a partir de ahora en otros escenarios interesterales.