ABDENOUR ALI YAHIA LIGA ARGELINA DE DERECHOS HUMANOS "La situación de los derechos humanos en Argelia es catastrófica"
A sus 80 años, este luchador por las libertades en Argelia presenta la lucidez y clarividencia de los que persiguen la paz como objetivo vital. Desde que en 1995 participara en la Plataforma de Roma, en la que todos los partidos de oposición del país magrebí exigieron el diálogo para salir de la crisis, Abdenou Ali Yahia se ha convertido en un símbolo de la reconciliación frente a un Gobierno argelino al que califica de dictatorial. Desde la Liga de Derechos Humanos, que preside, ha propagado en el extranjero la idea de que la violencia no sólo proviene de los grupos islámicos y ha criticado la existencia de una fuerte represión auspiciada desde el Estado. Pregunta. ¿Cuál es la situación de los derechos humanos actualmente en Argelia? Respuesta. Es catastrófica. Hay tres tipos de terrorismo: el del Estado, el de los grupos armados islamistas y el de los grupos armados ocultos. El estatal se inició en 1992, con la creación de campos de concentración en el sur del país. 17.000 personas fueron detenidas e internadas allí sin juicio previo. Se declaró estado de emergencia por el que se prohibían las manifestaciones y reuniones no autorizadas que derivaron en miles de arrestos abusivos, actos de tortura sistemática y ejecuciones. Desde 1992, el gravísimo problema de los desaparecidos ha sido denunciado por Amnistía Internacional en todos los foros posibles. P. En Europa la violencia que más llega a los medios de comunicación es la de los grupos islámicos radicales. R. Su violencia se ha ejercido sobre periodistas, intelectuales, mujeres principalmente, y es muy grave, Pero también existen los grupos armados ocultos, que están guiados por los servicios de seguridad. Hay que recordar que los milicianos representan a 260.000 personas en Argelia. P. ¿Qué situación social ha generado esta violencia generalizada? R. En 1994, el país estuvo obligado a pedir una ayuda del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial. Se cerraron gran cantidad de fábricas y cientos de miles de obreros están ahora en paro, en la miseria. La moneda no vale nada, mientras la clase dirigente vive en la abundancia. P. ¿El pueblo teme más al Estado o a los integristas? R. La propaganda oficial apoyada por sus medios de comunicación dice que los atentados son perpetrados por los islamistas, pero el pueblo sabe que los servicios de seguridad del Estado también matan. P. ¿Es posible una solución a través del diálogo en un ambiente tan crispado? R. Hace dos años, se creo un comité por la paz en el que hemos venido propugnando el diálogo como salida. La paz no es un don del cielo, hay que luchar para conseguirla. Todas las partes en el conflicto, sin exclusiones, deben participar en un acuerdo de reconciliación nacional.
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