Gandhi dimite como líder del Congreso ante las críticas por no haber nacido en India
Sonia Gandhi, de 52 años, dimitió ayer como presidenta del Congreso después de que tres destacados barones del partido hubieran manifestado que no estaba en condiciones de dirigir India por haber nacido fuera del país. Una reunión de la ejecutiva del partido rechazó la dimisión y decidió pedir a Sonia que reconsiderase su decisión. Anoche, ella guardaba silencio.La dimisión de la presidenta cayó como una bomba en el Congreso, todavía sacudido por la carta firmada el domingo por tres notables, entre ellos el jefe del grupo parlamentario del Congreso. "¿Es posible que un país de 980 millones de personas con gente capacitada, competente y hábil haya de tener al frente del Gobierno a alguien que no es indio?", se leía en la carta. "Es una cuestión que afecta no sólo a la seguridad, los intereses económicos y la imagen de India en el mundo, sino también al orgullo de cada indio". Los signatarios también abogaban por una enmienda a la Constitución que impida que el presidente, el vicepresidente y el primer ministro sean nacidos fuera de India.
La carta, en la que se ponen en duda las capacidades de Sonia Gandhi para ejercer el poder, constituye un grave contratiempo para la heredera de la dinastía Nehru-Gandhi, cuyo partido, que está fuera del poder desde 1996, había hecho de ella su gran estrella y candidata a primera ministra.
Sonia Gandhi obtuvo la nacionalidad india en 1983, a los 15 años de su matrimonio con Rajiv Gandhi, quien murió asesinado en 1991 y todavía el sábado decía no sentirse intimidada por los ataques que recibía por haber nacido fuera de India, en la localidad italiana de Orbassano, cerca de Turín.
El conflicto, que revela profundas diferencias en el seno del Congreso, se produce a cuatro meses de las elecciones provocadas por la caída en abril del Gobierno de coalición que dirigía el nacionalista Atal Behari Vajpayee, acción en la que Sonia Gandhi tuvo un decisivo y poco lucido papel, al no conseguir luego el apoyo parlamentario suficiente para sustituir a Vajpayee y obligar al presidente a convocar elecciones generales por tercera vez en tres años.
Según una reciente encuesta, el 54% de los indios repudia la idea de un primer ministro que no haya nacido en el país, pero ese porcentaje está en descenso. Hace un año, el 63% de los indios no quería ser gobernado por alguien de origen extranjero.
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