Borrell pide que no se le use como referente ético en la campaña
El excandidato socialista a la Presidencia del Gobierno, José Borrell, pidió ayer a sus compañeros de la ejecutiva federal que le mencionen lo menos posible en la campaña electoral y que no hagan de él una bandera ética, ya que el PP, en respuesta, tratará de destruirle. Precisamente mientras Borrell hacía estas consideraciones a sus compañeros de la ejecutiva federal, los dirigentes del PP le atacaban. El portavoz del partido conservador, Rafael Hernando, señaló que Borrell no es "referente ético de nada". Joaquín Almunia, secretario general del PSOE, reconoció que el ejemplo de "autoexigencia ética" de Borrell no va a ser el centro de la campaña de los socialistas, aunque aprovechó para criticar al PP por convivir con casos de presunta corrupción sin inmutarse.Durante casi media hora los miembros de la ejecutiva federal escucharon a Borrell las razones por las que ha decidido abandonar la candidatura a la Presidencia del Gobierno. Las irregularidades de José María Huguet y Ernesto de Aguiar le han llevado al abandono. Borrell contó el grado de estrecha amistad que le unía con ellos, por lo que desde la perspectiva política le parece imposible poder desprenderse de su sombra y de la utilización que los adversarios políticos iban a hacer de ello. Asistentes a la reunión consideraron "doloroso" ver a su compañero contando a la ejecutiva cuáles son sus bienes y patrimonio con detalle.
Informe sobre bienes
Para que todo quede claro internamente Borrell comunicó a sus compañeros que va a hacer un escrito a la Comisión Federal de Ética para informar sobre cuáles han sido sus relaciones financieras con José María Huguet. Borrell quiso mostrar la "insignificancia" de tal relación al informar de que en 1987 obtuvo unas plusvalías de 2.200.000 pesetas de las cuales solo 120.000 procedían del beneficio dado por el millón de pesetas que invirtió en el fondo de Huguet. Borrell y su entonces esposa Carolina Mayeur tenían cartera de acciones al margen de Huguet que estaban a sus nombres y perfectamente declaradas a Hacienda. Los miembros de la ejecutiva le indicaron que no tenía por qué informar de tanto detalle.
El secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, volvió a repetirle los argumentos que le esgrimió el pasado viernes para intentar disuadirle de que no dimitiera. Pero aceptó la dimisión junto a palabras de afecto y solidaridad. Otro tanto hizo el responsable de Política Autonómica, Ramón Jáuregui, que también le expresó su afecto, al tiempo que atacó al PP por su "manga ancha" en asuntos de presunta corrupción.
Juan Carlos Rodríguez Ibarra, secretario general del PSOE extremeño, comparó la renuncia de Borrell con "un apagón en el PSOE provocado por dos pájaros que viven en Barcelona", en referencia a sus ex colaboradores Huguet y De Aguiar. El excandidato aseguró que va a trasladar a los militantes su petición de que todo el partido cierre filas en torno a la ejecutiva.
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