Un año sin pisar el pueblo

,El alcalde de Boal (Asturias), Ramón García Argüelles, del PP, ha permanecido ausente desde hace un año del municipio. Volvió por vez primera hace unos días para asistir a la inauguración de un parque y de la Casa de la Cultura, dos viejas aspiraciones de los 2.700 habitantes de este concejo agrícola del occidente del Principado y distante 147 kilómetros de Oviedo.

García Argüelles, médico, asegura que "va a hacer ahora cuatro años" accedió "con muchísimo interés a esta alcaldía", que había sido desempeñada por el PSOE en el anterior mandato. Pero, a los casi tres años de ejercicio del cargo, logró un nuevo destino profesional: "Cuando tuve la oportunidad de estar al lado de mi esposa y de mis tres hijos, me fui".

Aunque admite que "tal vez lo más elegante y ético habría sido dimitir", su intención era "terminar el mandato". Así que primero delegó sus poderes en el primer teniente de alcalde, Carlos López, y después en la actual alcaldesa en funciones, Aurea Álvarez. Ambos "podían hacer un buen trabajo y esto salió adelante", asevera el aún regidor oficial del concejo.

La izquierda, mayoría

En la oposición creen, por el contrario, que la decisión de García Argüelles de no dimitir ha obedecido más bien al temor del PP a perder la alcaldía si renunciaba formalmente al cargo. En las últimas elecciones, en 1995, la izquierda volvió a tener la mayoría -cuatro concejales del PSOE y dos de IU frente a cinco del PP-, pero la falta de entendimiento entre esas fuerzas facilitó el acceso de la derecha al poder, como ocurrió en el caso del propio Gobierno de la comunidad y en los de otros cinco ayuntamientos.De modo que cuando hace unos días se inauguraron los tan anhelados equipamientos culturales y de esparcimiento en Boal, el acto contó con la presencia de dos alcaldes: el titular del cargo y su ocupante en funciones. Entonces, con motivo de su inesperada visita al municipio, García Argüelles aseguró que, a lo largo de este año de ausencia, ha tenido "siempre" el pensamiento en Boal. "Como creo que habría hecho cualquiera de vosotros", apostilló.

Pero, como con el pensamiento no basta y a distancia se gobierna con alguna dificultad, el PP ha optado por presentar ahora como candidato a un hombre de refresco: Ángel García López.