_
_
_
_
GUERRA EN YUGOSLAVIA El debate en Alemania

Tinta roja contra Fischer

Pilar Bonet

El punto culminante de la tensión y la violencia que afloraron ayer en el Congreso de los Verdes en Bielefeld se produjo cuando Joschka Fischer, sentado en la presidencia, fue violentamente alcanzado por una bolsa de pintura roja en la sien, lanzada por uno de los individuos incontrolados que se abrieron paso en varias ocasiones hasta el escenario.La tinta roja se deslizó por el cuello del ministro hasta llegar a las solapas del traje y el cuello de la camiseta, que contrastaba con la pulcra camisa y chaleco habituales en él desde que dirige la política exterior. "Le han echado a perder el Armani", comentó a mi lado, no sin malicia, uno de los presentes en la sala.

Los esfuerzos de Fischer por controlarse eran evidentes. Las mujeres de la presidencia, rápidamente provistas de toallas, le ayudaron a limpiarse y arreglaron la mesa, que había quedado teñida también de rojo. La ministra de Sanidad, Andrea Fischer, se echó a llorar y buscó el consuelo del ministro de Medio Ambiente, Jürgen Trittin.

El rostro de Fischer se arrugó como el de un niño a punto de echarse a llorar. Se sentó, tomó una carpeta con un documento y trató de leerlo. No pudo. Las manos le temblaban tanto que cerró la carpeta, se quitó las gafas y se quedó con la vista ausente, sosteniéndose el rostro con la mano.

Fischer tuvo que ausentarse un rato para ser atendido en una clínica donde le quitaron la pintura. Allí le fue diagnosticada una rotura de tímpano.

El incidente supuso el fin de la libertad de movimientos en la sala. Entre el escenario y el público apareció un cordón de seguridad y alrededor de Fischer, unos fornidos guardaespaldas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_