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Una 'huella' pisa Belvis

El Ministerio de Fomento quiere que en el año 2003 esté terminada la ampliación del aeropuerto de Barajas, un diseño que implica suprimir definitivamente la actual pista 18L-36R (ya en desuso) y doblar hacia el este la configuración de las otras dos pistas. Estas dos nuevas lanzaderas serán ligeramente más cortas que las actuales (3.500 metros, frente a los 4.100 y los 4.400 metros de las ya en servicio), por lo que se aprovecharían mayoritariamente para los vuelos de capacidad media. La distancia entre las futuras pistas paralelas será de 1.310 metros, en el caso de las situadas más al norte, y de 1.900 metros para las de la mitad sureste.Los simuladores informáticos ya se han puesto a trabajar para determinar cuál sería la huella sonora del aeropuerto del 2003, ese Barajas con cuatro pistas que debe cubrir la demanda aeroportuaria en la capital -según las cábalas de Fomento- hasta el 2025. La máquina ha pronosticado que el impacto sonoro se desplazará hacia el este, lógicamente, afectando a varios polígonos industriales y a dos núcleos de población: una pequeña urbanización, que aún no ha comenzado a construirse, en el extremo suroeste de Torrejón de Ardoz, y la totalidad de Belvis de Jarama, una pedanía dependiente del municipio de Paracuellos del Jarama. En total, la ampliación afecta a algo más de 200 viviendas y unas 800 personas, pero Fomento cree que este impacto es "insignificante". Y alerta: "El impacto siempre es menor cuando se amplía un aeródromo que cuando se crea uno nuevo. No podemos caer en el error de pensar que Santorcaz o Campo Real se encuentran en medio de un desierto. Si se termina construyendo Campo Real habrá que tener muy en cuenta núcleos de población tan importantes como Arganda del Rey, Rivas Vaciamadrid, Morata de Tajuña o la urbanización Eurovillas".

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De todos modos, los ingenieros aeronáuticos confían en que una parte importante de los actuales problemas de ruido desaparezca con la llegada de los aviones de la próxima generación (el llamado Capítulo 3), que serán obligatorios a partir del 2002. Estos nuevos aparatos, al estilo del Airbus320 y 340 o el Boeing737-600, están ocupados con motores y turbinas mucho más silenciosos que los actuales. Si el impacto acústico de un Boeing antiguo se extiende por una superficie de 15 kilómetros cuadrados, el de su hermano pequeño sólo afectará a medio kilómetro.

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