Un juez ordena la readmisión de dos masones en la Gran Logia de España

El que se mueve, si se empeña, también puede seguir en la foto. El magistrado Ignacio del Riego Valledor, del Juzgado número 59 de Madrid, ha condenado a la Gran Logia de España a readmitir, "sin demora ni menoscabo", a dos destacados masones expulsados, entre otras razones, por expresarse en público sin autorización de los superiores. La sentencia critica con severidad las razones disciplinarias esgrimidas por la Gran Logia.Como antes ocurrió con algunos partidos políticos, ahora es la masonería la reprendida por excederse en el uso de sus peculiares sistemas disciplinarios. "El derecho de asociación lleva inherente el derecho a no ser expulsado arbitrariamente del grupo asociativo en que se halle integrado el excluido", afirma la sentencia del juez Del Riego Valledor, dictada en Madrid el pasado 8 de abril y que fue recurrida en un juzgado de Alicante el 19 del mismo mes.

El magistrado extrema su severidad contra la Gran Logia por "configurar como motivo de expulsión la amenaza de ejercitar acciones legales" contra un expediente de expulsión. Se trata de una posición "atípica, absurda, anticonstitucional y no merece más comentario", dice el juez. Alfredo Melgar Alexandre, editor y galerista y decimotercer conde de Villamonte, apareció en EL PAÍS el 31 de marzo de 1996 como protagonista de un dossier sobre la masonería. Fue el motivo del primer expediente disciplinario, abierto por Tomás Sarobe, gran maestro de la Gran Logia de España. Melgar no había solicitado autorización para hablar en un periódico.

Suspendido en sus derechos de asociado una semana más tarde, Melgar manifestó su desacuerdo con la sanción, y en noviembre de ese año, acompañado por Javier Izquierdo Santiago, miembros ambos de la Logia Concordia 4 de Madrid, pronunció una conferencia sobre la masonería en un foro universitario. Un mes más tarde la dirección de la Gran Logia de España promulgaba un decreto proponiendo la expulsión de Melgar, ratificada poco después por la asamblea general. Sin embargo, la Logia Concordia 4, de la que Melgar era Venerable Maestro (presidente) entre 1994 y 1996, siguió acogiéndole en sus reuniones, lo que provocó también la suspensión de Izquierdo Santiago, el venerable maestro elegido para sustituir a Melgar.

Derecho a la discrepancia

El juez Del Riego, después de analizar los estatutos de la Gran Logia, reconoce el derecho de sus dirigentes a expulsar a aquellos miembros que cometen actos que les hagan indignos de seguir perteneciendo a la Logia, pero advierte en su sentencia que "los motivos de expulsión (aludidos en el expediente contra Melgar) no resisten ningún análisis" porque "no puede negarse derecho a la discrepancia".El juez reconoce "a toda asociación un derecho a exigir secreto a sus asociados en aspectos concretos (...), pero esta obligación es de interpretación restrictiva, y su contenido debe ser definido".