Guerra y paz

La OTAN se equivoca... y pide disculpas. Milosevic no se equivoca y, por supuesto, no pide disculpas. Este director del genocidio lleva ya 10 años en su despiadada labor y ni sospecha, por supuesto, que tenga por qué disculparse. Personaje siniestro, de fiel titoísta, al servicio de un Estado centralista y dictatorial, se convirtió de la noche a la mañana en defensor fanático de la Gran Serbia. Milosevic, como Pinochet, debe ser juzgado.Emma Bonino, responsable de la ayuda humanitaria de la Comisión Europea, cree que parte de la opinión pública sufre de amnesia colectiva: "A mucha gente ya se le ha olvidado las matanzas de Srebrenica, Vukovar, Sarajevo, Raçak y tantos sitios en los que el causante ha sido siempre el mismo... Todo se remonta a aquel 24 de marzo de hace 10 años, cuando Milosevic lanzó sus arengas nacionalistas en Kosovo".

La historia, de alguna manera, se repite. Si en Múnich Chamberlain no hubiera entregado a los checos a Hitler y si el Gobierno británico hubiera aceptado la propuesta de Churchill de pactar con la URSS, la II Guerra Mundial, con sus más de cincuenta millones de muertos, hubiera sido muy distinta.Leo en EL PAÍS del 3 de mayo sobre la violación de mujeres albanokosovares por paramilitares serbios: "¿No os gusta tener tantos hijos? Pues vais a tener uno serbio". Embarazadas y además, posiblemente, infectadas. Y no se trata de un error, se trata de una política sistemática de violencia y de humillación. Y el Vaticano protesta porque la ONU distribuye píldoras abortivas.

La OTAN se equivoca, y mientras tanto Rusia se opuso durante años a evitar la política genocida de Milosevic. Es importante que Rusia se incorpore positivamente a resolver esta crisis y también es importante que los Milosevic rusos sepan que no tendrán las facilidades que tuvo Hitler en Múnich.- . .