El PP aplaza el despido de su gerente en Campo de las Naciones

"Lo grave no sería que personas con un cargo público hayan contratado supuestamente a parientes o a amigos, algo que puede ser legal, aunque éticamente censurable, sino que después hubieran intentado borrar las pruebas de tales operaciones". Así se manifestaron ayer los concejales del PP José Ignacio Echeverría y Juan Antonio Gómez-Angulo, tras conocer los supuestos tratos de favor por parte del gerente de Campo de las Naciones, Pablo Población, a empresas de amigos o familiares. Población ha puesto su cargo a disposición del PP, aunque seguirá unos días por expreso deseo del gobierno municipal, hasta que aclare todas las cuentas.

Las evidencias que arroja el borrador del informe del interventor general sobre la contabilidad de Campo de las Naciones (véase EL PAÍS de ayer) permite que concejales como Sigfrido Herráez opinen que "hay cosas que pasan de lo dudoso". Y lo que traspasa el umbral de la duda es que en el listado de clientes entregado a Hacienda por esta sociedad pública figuran operaciones con una hija de Enrique Villoria, ex presidente de Campo de las Naciones, a la que se compraron unas láminas, por valor de 1,4 millones de pesetas, para obsequiar en navidades a los consejeros. Y una compra directa a la firma Dark Informática, con sede en el chalé de Pablo Población, por más de cinco millones de pesetas."Lo auténticamente grave sería que, después de declarar a Hacienda, se hubiera manipulado intencionadamente la contabilidad interna para eliminar el rastro de tales operaciones. La investigación del interventor está aún por terminar y tiene dos objetivos claramente diferenciados: comprobar si ha habido trato de favor o contrataciones a parientes o amigos de los gestores de Campo de las Naciones, y en segundo término, si los errores detectados en la contabilidad interna tuvieron por fin borrar las huellas de tales operaciones", explica el primer teniente de alcalde, José Ignacio Echeverría.

El concejal Gómez-Angulo lo explicó ayer con ironía: "Si alguien ha intentado pasar la goma de borrar después de haber declarado la verdad a Hacienda es que no tiene la conciencia muy limpia sobre la concesión de tales contratos". El error al identificar a las sociedades a las que se facturó habría impedido a PP y al PSOE saber si hubo trato de favor a empresas amigas, de no ser por la denuncia del director financiero, Juan Ramón Ruiz Fernández, que destapó este periódico. Pedro Bujidos, concejal de Hacienda, lo señaló con aplomo: "Hace falta ser merluzo para declarar la verdad a Hacienda y luego intentar mentir en la contabilidad interna. Es una auténtica chapuza, porque si tuvieran una mediana inteligencia sabrían que les iban a pillar, ya que basta con pedir la declaración de Hacienda para averiguar la verdad".

Todos los concejales consultados coinciden en que los errores contables descubiertos en Campo de las Naciones se producen después de haber entregado a Hacienda la lista de terceros correspondiente al ejercicio de 1998 y después de que se destapara el escándalo sobre operaciones sospechosas en la sociedad Campo de las Naciones. Sólo un hecho calma la conciencia de ediles como Echeverría o Gómez-Angulo: "No ha habido perjuicio para las arcas municipales. Nadie ha metido la mano en caja, dicho en términos vulgares. Ni se ha mentido o defraudado al fisco. Lo único es que con la cantidad de galerías y empresas informáticas que hay han tenido que acudir a la galería de la hija de Villoria o a la empresa informática de Población".

Hay una segunda cantilena que repiten a coro todos los concejales citados, y uno más, Ignacio del Río: "Población no debe dimitir aún. Debe continuar en el cargo hasta que finalice la investigación para que dé las respuestas oportunas". Del Río sostiene que una dimisión ahora de Población parecería "electoralista". El gerente de Campo de las Naciones, según Gómez-Angulo, volvió a poner su cargo a disposición del órgano que rige esta sociedad en el último consejo extraordinario. En privado anunció que en el próximo consejo presentará su dimisión. No es seguro que se la acepten, pues el equipo municipal desea mantenerlo en el cargo para evitar un ataque directo del PSOE contra el PP.