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Los seis rectores públicos de la región acuerdan la jornada de 35 horas para sus trabajadores

Los 3.800 empleados laborales de administración y servicios de las seis universidades públicas madrileñas (Complutense, Politécnica, Autónoma, Alcalá, Carlos III y Rey Juan Carlos) aplicarán a partir de este mismo mes las 35 horas semanales para su jornada de trabajo. Esta medida figura en el primer convenio del sector desde 1990, que los sindicatos CC OO, UGT, CSIF y CSIT han negociado durante el último año y medio con los campus públicos y la Consejería de Educación y Cultura. Los rectores rubricarán el documento definitivo el próximo día 14.

La jornada laboral de 35 horas continúa avanzando, con ritmo lento pero sostenido, en distintos planos de la Administración madrileña. Más de 20 consistorios -en especial, los gobernados por el PSOE e Izquierda Unida al sur y al este de la Comunidad, como Fuenlabrada, Leganés, Getafe, Coslada o Torrejón de Ardoz, además del Ayuntamiento de Madrid- ya acordaron el año pasado con los representantes de sus empleados este recorte en el horario de trabajo. El acuerdo de las universidades públicas afecta a un número comparativamente modesto de asalariados, pero adquiere un notable valor simbólico: se trata de la primera iniciativa supramunicipal que consigue imponer las famosas 35 horas. Y que las llama por su nombre: en muchos de los acuerdos locales se eligió la fórmula diferida de las 1.512 horas anuales. Además, este pacto tiene una lectura muy curiosa en clave de paradoja. Los 3.800 empleados favorecidos por este convenio no dependen de la Comunidad de Madrid, puesto que ante todo rige el principio de autonomía universitaria. Sin embargo, el Ejecutivo regional cubre cerca del 88% de la partida de personal de las universidades, lo que este año se traduce en unos 74.000 millones de pesetas de inversión pública. En consecuencia, la Administración autónoma se ve involucrada indirectamente en un pacto que recoge las 35 horas, una medida que el Partido Popular se negó a aplicar en la negociación del convenio colectivo regional."Papel de vanguardia"

Los sindicatos no disimulaban ayer su satisfacción por el final de las negociaciones para el personal laboral de administración y servicios, después de 18 meses de reuniones y discusiones de todo tipo con las autoridades académicas. "Las universidades están para jugar un papel de vanguardia en todos los aspectos, y también en los laborales", proclamó ayer el secretario general de Comisiones Obreras en materia de educación, Jaime Cedrún. En este sentido, el responsable sindical recalcó el carácter "simbólico" de este acuerdo, que "puede marcar un camino" de cara al futuro.

Lo del simbolismo, en verdad, es algo más que retórica. Representantes sindicales reconocieron que las 35 horas eran ya una realidad de facto en las tres universidades madrileñas más veteranas, la Complutense, la Politécnica y la Autónoma. En cambio, la firma del convenio tendrá efectos beneficiosos en la práctica para los empleados de las otras tres universidades (Alcalá, Carlos III y la jovencísima Rey Juan Carlos), donde la jornada semanal asciende en la actualidad a 37,5 horas. Los promotores del acuerdo no supieron precisar ayer el coste de la medida ni cuántos nuevos empleos generará en los campus madrileños.

En cualquier caso, las 35 horas no representan el único avance del documento que los seis rectores públicos deben avalar con su firma el próximo viernes. La otra novedad relevante consiste en la homologación salarial entre la media docena de universidades en función de la categoría profesional de sus empleados. En la actualidad, los trabajadores de las tres universidades clásicas cobran algo más que sus homólogos de los tres campus jóvenes, un desequilibrio que se esfumará a partir de este año.

Así, los empleados del primer grupo verán este año una mejora en su nómina igual al índice de precios al consumo más 32.000 pesetas lineales (como compensación a la pérdida de poder adquisitivo de otros años), mientras que los compañeros del segundo grupo se equipararán a ellos. El secretario general de CC OO admitió que hasta ahora se generaban agravios comparativos en el colectivo. "Ciertamente, no era muy lógico que un bibliotecario de un campus ganara más o menos que el compañero que estaba haciendo lo mismo en otra universidad", admitió.

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El acuerdo estará vigente hasta el 1 de abril de 2002. La intención de los firmantes es que, una vez unificados los sueldos universitarios este año, el siguiente paso consista en homologar las condiciones de trabajo con las de los trabajadores de la Comunidad de Madrid en el año 2000. Lo que no han conseguido los sindicatos en sus negociaciones es el abono transporte gratuito para todo el año, una ventaja de la que sí disfrutan los 30.000 empleados públicos regionales. En las universidades se aplicarán los criterios del Acuerdo de Madrid: fomento de la estabilidad en el empleo y veto a las empresas de trabajo temporal.

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