Los ecologistas reclaman que se desmonte la balsa de Aznalcóllar

Las nuevas filtraciones detectadas por la Consejería de Medio Ambiente en la balsa minera de Aznalcóllar han llevado a los ecologistas a rescatar uno de los motivos que expusieron en marzo para oponerse a la reapertura de la mina de Boliden. "La única solución es trasladar los residuos y eliminar la balsa de donde está", indicó ayer la coordinadora de Ecologistas en Acción, Yolanda Menor de Gaspar.

La representante de la federación verde adujo que su asociación ya denunció en 1996 ante la Comisión Europea que el depósito dejaba escapar agua ácida para concluir que "el sellado de la balsa que ha propuesto la empresa no evitará nuevas filtraciones". La rotura de esta presa provocó el 25 de abril de 1998 un vertido tóxico en el valle del río Guadiamar.La Consejería andaluza de Medio Ambiente desveló el martes que sus técnicos registraron el 18 de marzo "un aporte contaminante a la altura de la balsa, puesto que en sólo mil metros, el pH de las aguas baja de 6,1 a 4,7 [más acidez], duplicándose las concentraciones en cinc, manganeso y cadmio, y multiplicándose por diez en cobre". Este escape de aguas ácidas, de unos 100 metros de extensión, volvió a ser detectado en semanas siguientes.

"El tratamiento de los residuos y la eliminación de la balsa es una alternativa costosa, pero es la única solución definitiva", defendió la ecologista. Ecologistas en Acción, junto a Greenpeace, Adena y SEO, incluyó entre sus alegaciones a la reapertura de la mina su rechazo al proyecto que presentó Boliden para sellar la balsa siniestrada. Fuentes de la Consejería de Industria, que autorizó la reanudación de la actividad el pasado 6 de abril, precisaron que el permiso se refiere al uso de la mina a cielo abierto abandonada de Aznalcóllar como nuevo depósito de residuos.

Desde el verano

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir confirmó el martes los análisis de la Consejería de Medio Ambiente e indicó que sus controles habían registrado episodios similares desde el verano. Este organismo, que depende del Ministerio de Medio Ambiente y debe controlar el estado de las aguas subterráneas, detectó la contaminación en el acuífero aluvial que rodea la instalación. La Confederación atribuye los escapes a la irregular cimentación de la balsa tras el desastre y resalta que Boliden no ha podido restaurar el boquete de la rotura por mandato de la juez, que espera a que los peritos concluyan sus trabajos en la zona.Los directores del Parque Nacional, del Parque Natural y de la Estación Biológica de Doñana también se refirieron "a la falta de garantías" del sellado para basar su voto contrario en la sesión del Patronato del Parque Nacional que, presidida por la ministra de Medio Ambiente, Isabel Tocino, dio el visto bueno a la reapertura.

"La empresa dice que la rotura se debió a un movimiento en el subsuelo, pero el contrafuerte que han proyectado para cerrar la balsa no alcanza esa profundidad", expuso Menor de Gaspar. El depósito dejó escapar dos hectómetros cúbicos de lodos tóxicos y tres de aguas ácidas, pero aún alberga cerca de diez hectómetros cúbicos de residuos.