Rato critica a la Generalitat por atribuirle la pérdida de la inversión millonaria de Basf

El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato, pidió ayer a la Generalitat de Cataluña que asuma su responsabilidad por la pérdida de una inversión de 20.000 millones de pesetas que la multinacional Basf tenía previsto realizar en Tarragona y que ahora hará en Alemania del Este.Rato reprochó al Departamento de Industria que acusara al Gobierno central de la pérdida de esta inversión con la excusa de que "a alguien había que echarle la culpa".

El vicepresidente y ministro de Economía pidió a la Generalitat que asuma sus responsabilidades en el desvío a Alemania de la inversión de Basf. Y aseguró que la Generalitat "no incluyó a la ciudad de Tarragona en el mapa de ayudas del Estado para el periodo 1995-1999". Rodrigo Rato, que clausuró en Barcelona el I Congreso Catalán de la Pequeña y Mediana Empresa, aseguró que en el próximo periodo de ayudas, la ciudad de Tarragona tampoco está incluida porque "la Generalitat tampoco nos lo ha propuesto".

El consejero Subirà había culpado al Ministerio de Economía de que la multinacional química haya decidido desviar a Alemania la inversión por falta de incentivos fiscales.

Rato lamentó "que se quieran buscar responsables en cosas en las que cada cual tiene que asumir sus propias responsabilidades". El ministro instó a la Generalitat a que reconozca que no propuso a Tarragona como zona objeto de ayudas públicas para ser consecuente "en un momento en el que tan a menudo se debate sobre el autogobierno y la capacidad de decisión". Rato añadió que los incentivos fiscales "son imposibles" en la Unión Europea, salvo en el caso de los landers de la antigua Alemania del Este.

El ministro de Industria, Josep Piqué afirmó que la inversión de Basf "aún no está perdida", aunque reconoció las limitaciones que tienen los gobiernos, dentro del marco comunitario, para aplicar tratamientos fiscales específicos.

El Departamento de Industria dijo en un comunicado que las declaraciones de Rato "son distorsionadoras de la realidad, ya que es imposible incluir, debido a su nivel de renta y otras directrices que fija la Unión Europea, a áreas como la señalada en los programas de incentivos que llevan a cabo países de la Unión Europea.