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EXCAVACIONES

Patrimonio encuentra bajo Ramales un muro de la iglesia donde fue enterrado Velázquez

Vicente González Olaya

Los arqueólogos de la Consejería de Cultura dieron ayer un paso de gigante en su búsqueda de los restos del pintor Diego de Silva y Velázquez. Tal y como estaba previsto, los expertos hallaron ayer, después de tres días de excavaciones, uno de los muros exteriores de la iglesia de San Juan Bautista, templo donde fue enterrado en 1660 el artista sevillano. Los restos de la edificación corresponden a un muro de poco más de medio metro de grosor, construido con una técnica llamada vergadura, mezcla de piedra y ladrillo muy frecuente en los edificios medievales.

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El misterio que envuelve la ubicación exacta del cuerpo de Velázquez puede resolverse en pocas semanas. El equipo de especialistas de la Comunidad, que colabora con técnicos del Ayuntamiento de Madrid, halló ayer, además de un silo islámico, una de las paredes exteriores del templo donde fue enterrado el pintor en 1660. El desenterramiento de este trozo de muro era fundamental para llevar a buen puerto las investigaciones emprendidas por la consejería que dirige Gustavo Villapalos.José Bonaparte ordenó derribar a principios del siglo XIX la iglesia de San Juan, cercana al palacio de Oriente, para mejorar las perspectivas de su residencia real. Surgió así la que hoy conocemos como plaza de Ramales, pero el rastro de la tumba donde fue enterrado el pintor se perdió para siempre, ya que no se conservan documentos que expliquen qué ocurrió con el osario.

Sin embargo, como el templo fue demolido, según los textos de la época, en sólo tres días, existe la posibilidad de que únicamente se derribasen con las prisas los muros que sobresalían del pavimento, no los cimientos más profundos, incluidas las criptas. En una de ellas se encontrarían los huesos del pintor.

Textos históricos y certeros

Hasta ayer sólo era una suposición. Los arqueólogos de Patrimonio comprobaron ayer mismo, con su hallazgo, que, tal y como señalaban los textos históricos, sólo se demolieron los muros que sobresalían del suelo: sus bases siguen allí, bajo el pavimento. Y si los cimientos continúan, piensan, puede ocurrir lo mismo con las tumbas.Por el momento, las investigaciones se centran en determinar la altura exacta del muro hallado, del que sólo se ha desenterrado menos de medio metro. Por ello, los expertos confían en encontrar el enlosado interior de la iglesia.

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Con estos datos, y superponiendo los planos de la iglesia de San Juan, Patrimonio podrá orientar con exactitud la planta de la edificación. De esta manera, se pinchará directamente en el lugar donde se supone que estaba la cripta donde fue inhumado el artista.

De todas formas, los arqueólogos tienen aún dudas sobre la ubicación exacta de esta bóveda subterránea. Creen que son dos los lugares donde se pudo enterrar al pintor. El primero de los lugares posibles estaría bajo el altar, ya que los planos de la iglesia señalan que el presbiterio estaba más alto que el resto del templo y que a él se llegaba a través de unas escaleras. Sería posible, por tanto, que se diese sepultura al artista en el hueco de estas escalinatas. Pero, si bien los planos sí constatan la existencia de las escaleras hacia el altar, no ocurre lo mismo con las que hipotéticamente conducirían a la cripta.

Otra posibilidad. Que el pintor descansase en alguna de las capillas laterales de la iglesia. Pero ¿en cuál? Existen tres.

A finales de los años cincuenta, el Ayuntamiento de Madrid, como ya ocurrió a principios del siglo XIX, intentó encontrar los restos del pintor. Pero las investigaciones acabaron en fracaso. De hecho, el osario se dio por perdido definitivamente en 1961, cuando el Consistorio colocó en mitad de la plaza de Ramales un monolito en recuerdo del pintor.

Ahora, cuando los expertos de la Comunidad de Madrid han vuelto a abrir el subsuelo de Ramales, han hallado restos de aquellas investigaciones fallidas. De hecho, junto al muro ahora descubierto, se han encontrado ladrillos modernos con los que se recubrió la obra en los años cincuenta. Pero, lamentablemente, los datos exactos de qué parte de la plaza se abrió para llevar a cabo estas pesquisas se han perdido. No existe una memoria de las excavaciones, a pesar de que se llevaron a cabo hace sólo 40 años.

Por ello, los técnicos regionales están revisando todos los periódicos de aquellos años buscando una fotografía de las obras que les permita conocer qué parte de Ramales fue excavada.

El director general de Patrimonio, Javier Aguilar, considera que "tan importante será encontrar a Velázquez como no hacerlo". Y explica: "Pase lo que pase, será una buena noticia. Si lo encontramos será fantástico, pero si no lo logramos, tampoco se podrá hablar de fracaso. En ese caso se podrá decir con seguridad que los restos de Velázquez se han perdido para siempre. Y entonces habrá que cambiar las enciclopedias".

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Sobre la firma

Vicente González Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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