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"The proyect is": Abandoibarra

De Bilbao está de moda hasta lo que no existe. Hace unos meses ya unos estudiantes de posgrado de Harvard presentaron sus proyectos para el nuevo estadio de San Mamés y un acuario, en una muestra que sorprendió por la originalidad de sus ideas y por el detalle con que estaban realizadas las maquetas. En esta ocasión, los trabajos son menos ambiciosos, pero la intención es igual de apetecible. La sala del Archivo Foral de Bilbao (calle María Díaz de Haro, 11) expone hasta el próximo 14 de mayo los proyectos de nueve posgrados de arquitectura sobre el área de Abandoibarra. Los trabajos se realizaron en el curso 1997-1998 en la Architectural Association de Londres. Los arquitectos Iñaki Abalos y Juan Herreros dirigieron este proyecto monográfico que duró nueve meses y al que precedió una visita sobre el terreno, es decir, a Bilbao. Los estudiantes conocieron entonces el proyecto oficial que luego ha sido aprobado, aunque se les indicó que no debían utilizarlo en sus trabajos. Eso sí, tenían que guardar la proporción de edificabilidad y zonas verdes. El proyecto de Abandoibarra tenía para estos posgrados varios puntos de especial interés: la Ría, el Guggenheim, el Palacio Euskalduna y el soporte topográfico circundante. En todos los trabajos la Ría es un elemento arquitectónico más que se incorpora al trazado urbano y al paisajístico. Hay mayoría de quienes dividen el proyecto en dos zonas. La que va desde el Guggenheim hasta el puente de Deusto alberga los edificios de oficinas, tiendas, la biblioteca, polideportivo, etcétera. Desde el puente de Deusto hasta el Euskalduna se presenta como una prolongación del parque de Doña Casilda. El arquitecto Tae Seok Hah ha diseñado para esta zona incluso un acuario. Y Masao Obayashi, cuya propuesta es considerada de las más radicales y, paradójicamente, la más realista, crea un río con esclusas que parte del estanque del parque y zigzaguea hasta la Ría, o viceversa. Este trabajo añade un anfiteatro en los terrenos del parque extendido. En el trabajo de Obayashi, la parte construida junto al Guggenheim es una falsa colina artificial, bajo la cual se esconde una enorme paza cubierta, que constituiría el espacio público más importante de Bilbao. En esta falsa colina surgen los edificios. El proyecto de Pavic Mladen continúa la escala monumental de los edificios que limitan Abandoibarra, el Guggenheim y el Euskaduna. Su diseño de una biblioteca semienterrada y de paredes de cristal es los más atractivos para el visitante no iniciado. El edificio albergaría jardines colgantes y su enclave en la Ría controlaría la humedad interior proporcionando microclimas para las plantas. Las paredes de cristal de esta casa verde permitirían al usuario de la biblioteca contemplar el exterior y los días de lluvia (un elemento habitual que ha tenido muy en cuenta este estudiante de posgrado) las gotas resbalarían por las paredes hasta caer en un estanque circundante. Un verdadero espectáculo para los inquilinos de esta biblioteca. El agua, que ha sido importante en todos los trabajos, es también fundamental en el proyecto de Raza Zahid. La Ría define y condiciona su trabajo. Zahid crea rampas por las que el agua entra en el conjunto arquitectónico y forma parte del mismo. Dos grandes torres verticales completan este ejercicio de sensibilidad acuática.

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