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Un incendio fortuito permite descubrir en Francia el mayor arsenal de ETA desde 1982

Un incendio fortuito permitió descubrir ayer en la localidad vascofrancesa de Ciboure (a diez kilómetros de la frontera) el mayor arsenal de ETA desde 1982. La policía halló más de 200 armas de fuego, explosivos, documentación y dos ordenadores tras declararse un incendio, al parecer a consecuencia de una reacción química del material almacenado. En la casa se encontraron dos zulos y los agentes franceses están convencidos de que hoy aparecerán más escondites. La dueña de la casa y su hermano fueron detenidos mientras una tercera persona sin identificar huyó al comenzar el fuego.

Una secuencia sucesiva de explosiones producidas hacia las siete y media de la mañana tras haberse detectado el fuego en el ático de una casa unifamiliar, situada en el número 3 de la calle François Mitterrand de Ciboure, puso a los bomberos sobre la pista del mayor arsenal de ETA encontrado, tanto en Francia como en España, desde 1982. Ese año se localizó en un caserío de Erandio (Vizcaya) un depósito de ETApm con cinco toneladas de explosivos.El foco de fuego se había producido en el baño situado en la bajocubierta de la casa, junto al que se halló un zulo con material explosivo que avala la hipótesis, avanzada por los investigadores, de que el incendio fortuito se produjo por una reacción química de algún componente. El otro escondite se encontró junto al salón de la vivienda y la policía francesa está convencida de que cuando hoy reanuden sus trabajos encontrarán más.

De momento se ha incautado de más de 200 armas de fuego entre fusiles de asalto, subfusiles Mat y Uzi fabricados por la propia ETA en la instalación subterránea que descubrió la policía francesa en Bidart, en 1993, en casa del ingeniero Pierre Fagant, además de lanzagranadas y pistolas de diversos modelos.

Fabricación propia

Junto a este armamento se hallaron granadas jo ta ke, también de fabricación propia, y numerosas cajas de munición. Además, se encontró documentación (muchos de los papeles chamuscados por el fuego, otros totalmente quemados), un escáner para seguir los movimientos de la policía y dos ordenadores que se salvaron del incendio. También había una cámara de vídeo que presuntamente era utilizada por los etarras para mantener videoconferencias a través de Internet. En el garaje de la casa de Ciboure se habían guardado numerosos componentes electrónicos destinados a la fabricación de mandos a distancia. Medios de la investigación precisaron que el material electrónico no se encontraba escondido como las armas, explosivos y munición, por lo que podría tratarse de un almacén provisional, aunque no descartaban que este garaje pudiera ser utilizado, o lo hubiera sido ya, como recinto para la fabricación de estos componentes electrónicos para la explosión de bombas.Tras hacerse cargo de la investigación, la policía judicial procedió a la detención de la propietaria de la casa, Anne Marie Toyos, de 46 años, y su hermano Jean Pierre, de 53. Ninguno de los dos tenía antecedentes de haber facilitado ayuda a la organización terrorista, ni eran conocidos por su vinculación con partidos de la izquierda abertzale. Testigos presenciales de la vecindad manifestaron que cuando se declaró el incendio una persona, un mero vigilante del arsenal, según fuentes policiales, se dio a la fuga sin que hasta el momento se conozca su identidad.

Los dos primeros, ciudadanos franceses, residían formalmente en uno de los apartamentos en los que está subdividida la villa, mientras que el huido, probablemente un etarra a sueldo de la organización, ocupaba la vivienda contigua que servía de almacén a la mayor parte de las armas y explosivos.

El fiscal del Tribunal de Bayona, Jean Jacques Bosch, y el alcalde de Ciboure, Albert Bery, se trasladaron ayer a la vivienda aunque se negaron a hacer declaraciones.

El arsenal de Ciboure es el cuarto de los que se han localizado en los últimos dos meses en territorio francés, pero sin duda el más importante de todos ellos. Aquellas intervenciones policiales están relacionadas con la detención del responsable militar de ETA y jefe de los comandos ilegales (formados por terroristas fichados por la policía), José Javier Arizkuren Ruiz, Kantauri, a mediados de marzo en París junto a un grupo de colaboradores.

El pasado mes de abril, la policía judicial francesa hallaba tres escondites que utilizaba ETA en el País Vasco francés, dos de ellos con armas y explosivos. Un mes antes, el 11 de marzo, los investigadores encontraron más de 300 kilogramos de un producto químico utilizado para fabricar explosivos y documentación interna de ETA en una vivienda de la localidad de Saint André de Seignosse, al suroeste de Francia.

La policía francesa se interrogaba sobre la antigüedad del arsenal descubierto y el tiempo que llevaba guardado en la villa de Ciboure. Los investigadores conceden preferencia a la hipótesis de que la dirección de ETA optó por redistribuir su armamento al enterarse de que Kantauri había estado sometido a vigilancia policial durante más de un año. En previsión de que sus depósitos de armas y explosivos estuvieran localizados por la policía, la organización terrorista habría dividido y reubicado su material de manera más o menos precipitada. Eso explicaría el hecho de que una misma persona hubiese alquilado con el mismo nombre dos de los garajes hallados, informa .

El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, dijo que este arsenal es "más importante" de lo que se pensaba en un primer momento. "Una noticia relevante y significativa, por el mayor número de armas encontrado", agregó, informa Andreu Manresa. "Todo lo que sea hacer descender la capacidad mortífera de ETA es una buena noticia", afirmó Mayor, quien señaló que la detección de este depósito de armas demuestra "que las cosas le salen mal a ETA". "Para ellos es una mala noticia y es buena para la mayoría de los españoles".

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