El Prozac se receta cada vez más a los niños, pese a no estar indicado
Los médicos de cabecera y los pediatras recetan cada vez más a los niños medicamentos como el antidepresivo Prozac para tratar trastornos mentales leves o moderados, pese a que no está demostrada su seguridad y eficacia en los jóvenes. Así lo ha revelado un estudio realizado en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill. Los resultados fueron presentados el sábado en la Conferencia Anual de las Sociedades Académicas Pediátricas celebrada en San Francisco.La investigación estudió el uso de fármacos inhibidores selectivos de la serotonina, los más recientes antidepresivos, que fueron aprobados por la FDA norteamericana, la agencia que controla los medicamentos, en 1992, pero sólo fueron autorizados para pacientes mayores de 18 años. A pesar de ello, los inhibidores de la serotonina se recetan cada vez más a los niños según han puesto de manifiesto un equipo de investigadores dirigido por Jerry L. Rushton, pediatra y profesor de la cátedra Robert Wood Johnson de Medicina Clínica en la Universidad de Carolina del Norte, en Chapel Hill. "A pesar de la escasez de datos sobre su seguridad y eficacia", indica, "cada año se prescriben en Estados Unidos más de 500.000 recetas de estos inhibidores para niños y adolescentes".
"Los datos de nuestro estudio indican que a pesar de la falta de apoyo a la investigación, formación adecuada y comodidad con la cura de la depresión, los inhibidores de la serotonina están ganando aceptación y se están incorporando a la práctica de atención primaria", afirma Rushton. También en España se receta Prozac cada vez más en las consultas de atención primaria, hasta el punto de que se está convirtiendo en uno de los medicamentos de mayor prescripción.
Encuesta a 600 médicos
Los investigadores norteamericanos encuestaron a 600 médicos de familia y pediatras: el 72% reconoció haber recetado inhibidores de la serotonina en pacientes menores de 18 años. Y sólo el 8% dijo haber recibido formación adecuada en la gestión de la depresión infantil, mientras que el 16% se declaraba "cómodo" curando a niños deprimidos.Además, el 57% reconoció haber recetado este tipo de fármacos para un diagnóstico distinto a la depresión en un niño menor de 18 años. Entre estos diagnósticos se encontraban el desorden de hiperactividad con déficit de atención, desorden obsesivo compulsivo, desorden de conducta o agresividad, y enuresis (orinarse en la cama durante el sueño). Rushton y sus colegas sostienen que difícilmente puede considerarse adecuado ese tratamiento para estas afecciones.
Según este investigador, se desconocen los efectos a largo plazo que muchos medicamentos psicoactivos tienen para el sistema nervioso central de los niños, que todavía está en pleno desarrollo.
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