Los 'narcos' intentan unificar el voto musulmán en Ceuta

Los jóvenes narcotraficantes que operan en Ceuta no se conforman con acumular grandes fortunas con el tráfico de hachís; también intentan entrar en política. Según la policía, presuntos traficantes y mafiosos ceutíes intentan aglutinar el voto musulmán para las próximas elecciones autonómicas. Su presencia ha sido patente en reuniones del Partido Ceutí, a cuyo líder, Mohamed Alí, se le achaca la defensa de tesis promarroquíes. La "activa y prepotente" aparición de mafiosos ha provocado malestar en las asociaciones musulmanas.

La alarma saltó el pasado 6 de febrero en la mezquita de Benzú, uno de los barrios musulmanes de la ciudad. El Partido Ceutí había convocado una reunión a la que asistieron representantes de la mayoría de las asociaciones de vecinos musulmanas y representantes de Izquierda Unida (IU). Mohamed Alí los había convocado para intentar aglutinar el voto musulmán, que representa a 23.000 de los 70.000 habitantes de Ceuta. En esta ciudad fronteriza conviven las culturas cristiana, judía, musulmana e hindú.Las 60 personas reunidas descubrieron pronto que entre los asistentes se encontraban el alcalde de Castillejos, vecina localidad de Marruecos, funcionarios de "nivel medio" de ese país, así como "varios individuos vinculados al mundo del narcotráfico, destacando la presencia de Abdellah Abdeselam Ahmed, Abdelila", según señala una nota de los servicios de información españoles, fechada el pasado 12 de febrero.

Abdelila, de 31 años, natural de Ceuta, es uno de los más conocidos mafiosos de la ciudad. Se exhibe por Ceuta rodeado de guardaespaldas y, al igual que otros jóvenes, tiene un importante patrimonio, sin que se le conozca ninguna actividad profesional. Desde 1988 ha ingresado en la prisión de Ceuta en cinco ocasiones, varias por palizas y agresiones. Su presencia no pasó inadvertida a los asistentes a la reunión política en la mezquita.

En 1997, la familia de Ismael Hamed, tiroteado en el barrio de El Príncipe, recibió su visita en el Hospital del Insalud cuando el herido, de 33 años, era atendido por tres balazos, en el talón, en la pierna y en un hombro. A cambio de que no presentaran denuncia contra los agresores, Abdelila les propuso pagar el traslado del herido en helicóptero hasta la Península y sufragar su medicación. "Nos ofreció 10 millones de pesetas", asegura un familiar.

En la reunión de la mezquita de Benzú, Mohamed Alí dio la bienvenida en árabe lo que originó las protestas de algunos asistentes. Éste les respondió que era una reunión para musulmanes. Y a partir de ese instante Abdelila entró en acción. El informe policial señala que "inmediatamente se nombró un presidente de mesa y ante el asombro de la mayoría de los concurrentes, Mohamed Alí designó al mencionado Abdelila, el cual se mostró muy activo en su función".

Clima de malestar

La presencia de Abdelila y su protagonismo en la reunión generó un clima de malestar. La propuesta de crear una única lista musulmana no prosperó ya que ésta iría encabezada por Alí, al que varios asistentes acusaron de defender los intereses de Marruecos y de reaparecer sólo cuando se celebran elecciones. Alí ha concurrido sin éxito a varios comicios con diferentes partidos.El más beligerante en sus críticas a Mohamed Alí fue Musa, representante de IU, que recibió el apoyo de muchos asistentes. "Apoyo que llevó a Abdelila a comentar que si la gente estaba con Musa no tendrían más remedio que apoyarlo", según señala el informe policial. En éste se destaca la contrariedad y tensión de otros líderes musulmanes por la "prepotencia de lo que llamaron mafias".

El 22 de febrero se celebró una nueva reunión del Partido Ceutí en el mismo escenario. En esta ocasión, los informes policiales destacan, además de la presecia de Abdelila, la de un presunto "narcotraficante y financiador de la construcción de la mezquita de Benzú". Asimismo se citan a otras dos personas relacionadas con el tráfico de drogas.

A este encuentro no asistió IU, aunque se leyó un escrito de la coalición en el que sus dirigentes señalaban su decisión de no mantener ninguna relación con el Partido Ceutí. Tres días más tarde, el 25 de febrero, se celebró una nueva reunión a la que concurrieron las mismas personas, con excepción de Abdelila. Se discutió el anagrama del partido y acordó que sea una media luna con un sol.

El día 2 de marzo tuvo lugar otra reunión sobre la que los informes policiales destacan "el grado de desconfianza que existe entre algunos de los integrantes del partido hacia su presidente" por la presencia de presuntos narcotraficantes en sus reuniones, "algunos a gran escala".

A preguntas de este periódico, Alí niega contactos con los mafiosos y asegura que ignora si alguno de los que han acudido a sus reuniones trafica con droga. Después de negar la presencia de Abdelila, "porque había mucha gente", acaba reconociéndola y asegura: "Yo no puedo preguntar a cada persona a qué se dedica. Y si son traficantes ¿por qué no los detienen?", pregunta. Alí, dice ser objeto de una persecución por parte del Gobierno.

Los informes policiales destacan que, en clara oposición a las tesis del presidente del Partido Ceutí, estos presuntos traficantes son partidarios de la independencia del colectivo musulmán respecto de Marruecos.