_
_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Bibliopatía

Miquel Alberola

MIQUEL ALBEROLA Algunos tipos tratan mejor a los libros que a las personas, y en cambio se tienen por intelectuales comprometidos con la humanidad. En el fondo, ambicionan más el estuche que las sugerencias que encierra, quizá porque se trata de vapores imperceptibles que exigen un ejercicio interior firme y nada suntuoso. Acostumbran a dedicar más tiempo a comprar los ejemplares en las librerías, a acariciar sus solapas y a colocarlos en las estanterías que a leerlos y a aplicar en su entorno las enseñanzas que transmiten. La mayoría tiene una fotografía con su silueta recortada en una biblioteca repleta de volúmenes y la guarda celosamente hasta que pueda colocarla en la contraportada de una obra propia y luego el marmolista se la inserte en la lápida para impresionar desde la posteridad. Mientras tanto, se suelen conmover más con un lomo despegado o una página rasgada que con un asesinato en serie. Han llenado el vacío que en ellos dejó la fe católica o política con el fervor por la tipografía, y han sustituido las tallas de los altares por las librerías de palosanto y los objetos encuadernados, con cuyo aroma a menudo suplantan al sexo. Pero han conservado un fetichismo infecto que está en el origen de toda religión y ni se crea ni se destruye, simplemente se transforma y se adapta a cualquier fundamento material. Esta veneración por la letra impresa les pone la firma floja al manifiesto de cualquier causa, siempre que sea de papel y salga publicada en los periódicos, pero son incapaces de dar una moneda al mendigo junto al que pasan cada día o de arriesgarse en asuntos tangibles. Sin embargo, el libro hay que desmitificarlo: es sólo papel y el papel es la patria de los lepismas y otros insectos no muy distintos, ni en estructura molecular ni en intenciones, a los beatos que veneran cada tomo como si fuese una reliquia de mártir. Tras los libros fluctúa el mismo cieno de los intereses de cualquier otra mercancía. Se trata sólo de envases que sirven lo mismo para transportar la sanguinaria doctrina de Hitler que los versos de pastorcillas de Garcilaso. El bien y el mal siempre están dentro y no conforman ningún todo con su envoltura. Lo de fuera es sólo cáscara.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Miquel Alberola
Forma parte de la redacción de EL PAÍS desde 1995, en la que, entre otros cometidos, ha sido corresponsal en el Congreso de los Diputados, el Senado y la Casa del Rey en los años de congestión institucional y moción de censura. Fue delegado del periódico en la Comunidad Valenciana y, antes, subdirector del semanario El Temps.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_