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LA PROSTITUCIÓN EN LA CASA DE CAMPO

El PP ofrece transporte público a las prostitutas si se trasladan a un "gueto"

Antonio Jiménez Barca

El concejal de Seguridad, José Ignacio Echeverría, del PP, ofreció ayer a una asociación de ayuda a prostitutas y a una representante de este colectivo acondicionar las proximidades del cerro de Garabitas, una zona recóndita de la Casa de Campo que carece de iluminación, y llevarlas hasta allí en transporte público.

El objetivo de Echeverría es que las prostitutas abandonen la zona que ocupan ahora, cerca del Zoo, del Parque de Atracciones y de numerosos quioscos. Algunas de las prostitutas que trabajan en el parque consideran que la propuesta del Gobierno municipal del PP supone su confinamiento "en un gueto", según indicaron ayer a este periódico.

Las representantes de las prostitutas, tres miembros de la asociación Hetaira, se comprometieron a visitar a las mujeres que ejercen en la Casa de Campo y transmitirles los planes del gobierno municipal. A la vez, exigieron al concejal de Seguridad que ordene el cese del acoso policial que las prostitutas sienten desde hace meses y pidieron, en cualquier caso, un medio de transporte para llegar a esta nueva zona.

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Echeverría aseguró que "mientras duren las negociaciones" el acoso policial desaparecerá. Y con él las multas por mantener actitudes indecorosas matutinas. El concejal asumió el problema del transporte y se comprometió "a darle una solución".

Una multa desencadenó la polémica sobre la ubicación de las prostitutas. El martes 13 de abril un policía sancionó a una prostituta y a su cliente por mantener, por la mañana, relaciones sexuales en el asiento trasero del coche en una cuneta de la Casa de Campo. El agente se basó en una ordenanza de 1961 y Echeverría aseguró que mantendría las multas. Las prostitutas denunciaron entonces el acoso policial. El concejal desempolvó su plan para trasladarlas y convocó las reuniones. En la primera, las representantes de las prostitutas señalaron: "Es difícil que se pongan de acuerdo todas".

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VIENE DE LA PÁGINA 1 Las tres representantes de Hetaira anunciaron ayer que consultarían a las prostitutas inmediatamente sobre el traslado que proyecta el PP: "Hoy mismo [por ayer] empezaremos a comunicar a las mujeres la propuesta del Ayuntamiento, y la semana que viene contestaremos", señaló Concha García, miembro de Hetaira. Estas tres mujeres resumieron sus deseos para las prostitutas que trabajan en la Casa de Campo: "Un lugar que garantice la seguridad, la tranquilidad y donde no haya represión". Aunque reconocieron que será muy complicado saber qué piensa el colectivo que ejerce en el parque: "Ni siquiera sabemos cuántas son, porque hay mucha movilidad; hay más en verano que en invierno, más los fines de semana, más los días de sol...", explicó García.

Las mujeres también recordaron que, en caso de que las prostitutas aceptaran trasladarse a la zona elegida por el PP, haría falta un medio de transporte. Al área, situada en una zona alta y aislada, oscura (no hay iluminación) se puede llegar en coche, pero queda muy lejos de la estación de metro. Y muchas de las prostitutas que trabajan en la Casa de Campo acuden en suburbano y se cambian de ropa en la máquina de fotografías de Lago y en los servicios de los bares de los alrededores. Echeverría reconoció que no había pensado en la falta de transporte a la nueva zona e improvisó una solución apresurada: "Se estudiará un medio de transporte, estamos decididos a estudiar este problema". "¿Una línea de autobús?", le preguntaron. "Eso no se puede contestar todavía", respondió.

Echeverría añadió que reservará la zona elegida al ejercicio exclusivo del comercio sexual si las prostitutas aceptan su propuesta. "Así no tendrán que mezclarse con los otros usuarios del parque", dijo el concejal. El responsable de la Policía Municipal aseguró que los agentes patrullarán este rincón para evitar "desmanes contra las prostitutas".

El concejal de Medio Ambiente, Adriano García Loygorri, explicó ayer que el Ayuntamiento tiene planeado instalar urinarios y farolas en caso de que la medida sea aceptada, informa Además, se pondrá en marcha un servicio de limpieza especial para esta zona.

Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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