Un nuevo error de la aviación aliada causa 20 muertos civiles, incluidos 11 niños
Otro error de la OTAN mató por lo menos a 20 civiles, incluidos 11 niños, cuando una bomba inteligente redujo a escombros medio centenar de casas del pueblo meridional serbio de Surdulica, dijeron ayer las autoridades yugoslavas. En Bruselas, el portavoz de la OTAN, Jamie Shea, admitió que uno de los proyectiles lanzados durante un fuerte ataque aéreo contra instalaciones militares se desvió de su trayectoria, y lamentó la pérdida de vidas humanas en lo que el Gobierno de Belgrado denunció como "un acto más de barbarie".
ENVIADO ESPECIAL
Horas después del ataque, lanzado la tarde del martes, brigadas de rescate continuaban buscando víctimas. Muchas quedaron despedazadas. "Hemos visto restos humanos por todas partes", declaró un superviviente del ataque. Las escenas difundidas por la televisión serbia eran espantosas: casas totalmente aplanadas, grupos de rescate que trataban de reconstruir cuerpos para su identificación, hombres y mujeres que buscaban a sus familiares entre montones de ladrillos, tejas y vigas. Fuentes de la OTAN, citadas por CNN, señalaron que el proyectil guiado por láser se desvió de su curso cuando una nube de humo, causada por un ataque anterior, interfirió en el sistema de guía. El proyectil cayó entre 180 y 270 metros de su objetivo, un cuartel que los habitantes del pueblo dijeron que en realidad quedaba a más de un kilómetro. El ataque causó estragos en la calle de Yugoslavia, la principal del pueblo, no lejos de una escuela, según las afirmaciones de los testigos. También dijeron que fueron dos, no una, las bombas que elevaron a más de 500 el número oficial de bajas civiles desde el inicio de los bombardeos el 24 de marzo. La de heridos, incluyendo las docenas registradas en Surdulica, ha sido fijada por las autoridades en cerca de 5.000, amén de los multimillonarios daños materiales en un país virtualmente en la bancarrota.
Un tercio del pueblo
Los equipos de rescate trabajaron entre los escombros iluminados por un proyector, y las líneas de teléfono y el agua fueron cortados, informa Reuters. El alcalde de Surdulica, Miroslav Stojilkovic, declaró: "Un tercio del pueblo ha sido destruido totalmente". Un médico del hospital cifró en 11 las personas heridas, de ellas dos de gravedad. Un enorme cráter era todo lo que quedaba de una de las casas, donde 16 de los fallecidos habían buscado refugio en un sótano cuando cayó una de las bombas. Los tejados y las ventanas de las construcciones vecinas fueron destruidos.
El secretario general de la Alianza Atlántica, Javier Solana, dijo que el presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, "tuvo y seguirá teniendo toda la responsabilidad de lo que ocurre en su país". El ministro de Defensa británico, George Robertson, ofreció estadísticas: dijo que "sólo una fracción muy pequeña" de los 4.500 ataques aéreos han provocado "consecuencias no intencionadas", incluyendo la pérdida de vidas humanas.
El 12 de abril misiles de la OTAN destruyeron un tren de pasajeros matando a 17 civiles. Dos días mas tarde, la aviación aliada despedazó un convoy de refugiados albanokosovares cerca de Djakovica, matando a 70, según las cifras del Gobierno de Belgrado. Al menos 16 empleados de la Radio Televisión Serbia (RTS) perecieron el 23 de abril cuando la sede del órgano oficial fue devastada por misiles lanzados contra el centro de Belgrado en la campaña aliada contra "la maquinaria militar de Milosevic".
Aumento de los ataques
El bombardeo de Surdulica, a 320 kilómetros al sur de la capital, ilustró de forma macabra la intensificación de la campaña aérea de la OTAN: 16 explosiones fuertes, según la agencia oficial de noticias Tanjug. Entretanto, Radio Belgrado dijo que siete misiles alcanzaron un cuartel en el distrito de Topcider. Gruesas columnas de humo se alzaban desde Topcider y Kosutnjak, otro suburbio de Belgrado, tras los bombardeos registrados en la madrugada, señaló por su parte la agencia informativa privada Beta. Se cree que en ese complejo militar funciona uno de los bunkers de Milosevic, cuya residencia oficial ya fue bombardeada la semana pasada. Milosevic y su familia no se encontraban allí en el momento del ataque. Según Tanjug, tres misiles aliados se estrellaron contra objetivos no determinados en el pueblo de Paracin, al noroeste del país, donde se registraron grandes daños en zonas residenciales. En Pozega, al suroeste, los proyectiles de la OTAN destruyeron tanques de almacenamiento de combustible. Tanjug también dio cuenta de intensos ataques contra Pristina, la capital de Kosovo, y en las proximidades de Podgorica, la capital de Montenegro.
Milan Komnenic, el ministro de información del Gobierno federal, declaró ayer a la prensa de Belgrado que "algún día la OTAN se encontrará ante los tribunales". "Esta última masacre ha ocurrido en momentos en que ya se veía una posibilidad de solución al conflicto", añadió.
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