Arias-Salgado acusa a las aerolíneas de programar más vuelos de los posibles

La impuntualidad en el aeropuerto de Madrid-Barajas tras el planeo de los últimos días se disparó ayer: el 68% de los despegues se efectuó fuera de hora -la semana pasada fue el 50% el que partió con demoras-. El ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, apuntó ayer como motivo de los retrasos que las compañías aéreas programan más vuelos de los que son capaces de efectuar. El de Industria, Josep Piqué, dio otra razón: el "comportamiento corporativista" de los pilotos.

Según Arias-Salgado, la ampliación del aeropuerto de Madrid-Barajas ha llevado a las aerolíneas a presentar "una serie de programas de vuelos para los que aún no tienen suficientes aviones ni tripulaciones". No obstante, el ministro no cree que las compañías tengan que renunciar a "sus planes de expansión, sino que deben esperar a tener los aviones para poner en marcha los programas, ya que el aeropuerto de Barajas tiene capacidad suficiente para asumir el incremento del tráfico aéreo que proponen". En ese sentido, Arias-Salgado recordó que, actualmente, Barajas efectúa 64 operaciones a la hora cuando su capacidad es de 75. El titular de Fomento también citó como causas del colapso las restricciones del tráfico en Francia, Italia y Suiza, las incursiones militares sobre Yugoslavia y la huelga de pilotos de Iberia. "Ningún aeropuerto puede funcionar con normalidad", puntualizó, "cuando los pilotos de la compañía aérea de bandera, que tiene casi el 70% del transporte del país, se declaran en huelga". A este respecto, el portavoz del Gobierno y ministro de Industria, Josep Piqué, pidió ayer medidas "por parte de todos" para encontrar soluciones al problema existente y subrayó que "deben resolverse los efectos de comportamientos corporativistas de varios colectivos ligados al tráfico aéreo", en referencia a la supuesta huelga de celo de los comandantes. De hecho, Piqué considera que, más que huelga, "lo que ha habido es un cumplimiento estricto de reglamento", por lo que recalcó que, cuando la situación se complica, "hace falta una actitud de colaboración activa".

A su vez, el secretario de Estado para las Infraestructuras, Albert Vilalta, también insistió en la necesidad de que Iberia y sus comandantes lleguen a un acuerdo porque "es lo que va a dar solución". Y destacó: "Un resfriado en Iberia es una pulmonía para todos".

Por ello, el presidente del Consejo de Cámaras de Comercio, José Manuel Fernández Norniella, pidió que se mantenga la calma y la "cabeza fría" en relación con el caos que sufren los aeropuertos. En declaraciones a Onda Cero, Norniella también comentó su temor a que la demanda turística pueda reducirse en función de las penosas circunstancias que se soportan en la actualidad.

Por su parte, el presidente de Cataluña, Jordi Pujol, afirmó ayer que los problemas de congestión y retrasos en el aeropuerto barcelonés de El Prat no hay que atribuirlos "a la falta de una tercera pista". "Lo que falla", dijo, "es la gestión" de AENA, el organismo del que dependen los aeropuertos españoles. Pujol se reunirá hoy con Arias-Salgado y le reclamará precisamente la gestión de los de su comunidad.

Barajas sufrió ayer una caída de 15 puntos en sus índices de puntualidad respecto al día anterior. Si el lunes el 53% de los aviones partió con retraso, el porcentaje de los que despegaron fuera de hora ayer ascendió al 68%, según los datos que AENA ofrece en su página web. La demora media fue de 24 minutos. El vuelo más retrasado fue el 3604 de Iberia a Roma, que en vez de despegar a las nueve de la mañana lo hizo a las 14.30 por haber rebasado su tripulación su horario laboral. Se cancelaron seis vuelos, todos de Iberia.