Cardoso condena la actitud del ex gobernador del Banco de Brasil

El presidente brasileño, Fernando Henrique Cardoso, lamentó ayer la detención del ex presidente del Banco Central de Brasil, Francisco Lopes, y su actitud ante las investigaciones en curso sobre presunta corrupción en el sistema financiero brasileño. Lopes fue arrestado el pasado lunes tras negarse a declarar ante una comisión del Senado que investiga el escándalo, argumentando que no podía contestar las preguntas porque se le trataba como culpable, aunque fue liberado poco después. En una nota oficial leída por su portavoz oficial, Sergio Amaral, Cardoso dijo sentirse decepcionado con la "actitud" de Lopes, cuando "se esperaba que rindiera cuentas al país de sus actuaciones como alto funcionario público". En su breve mensaje, el presidente federal añadió que "las instituciones democráticas brasileñas garantizan que todo lo relacionado con este lamentable caso será aclarado".

Por su parte, el ex candidato a la presidencia brasileña Luiz Inacio Lula da Silva, principal líder de la oposición al presidente Cardoso, pidió a la comisión del Senado que investiga las supuestas irregularidades que interrogue a todos los directores del banco emisor. Lula aseguró ayer que todos los directores del banco central tendrán que declarar lo que saben, debido a que la decisión de Lopes de negarse a declarar bajo juramento demostró su culpabilidad y la existencia de delitos financieros.

El escándalo que tiene a Francisco Lopes en el centro de la investigación parlamentaria incluye desde la venta de dólares a precios por debajo de los del mercado cuando se inició el proceso de devaluación del real, en enero pasado, hasta su doble papel de presidente del BC y asesor de empresas del sector financiero privado. Lopes permaneció sólo 17 días al frente del BC y antes de que su nombramiento fuese ratificado por el Congreso fue sustituido por Arminio Fraga.

El Banco Central de Brasil intervino ayer en el mercado financiero vendiendo dólares de sus reservas para contener la caída del real a consecuencia de los escándalos.