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Rusia presenta el módulo vivienda de la Estación Espacial Internacional

La unidad será lanzada en noviembre y los primeros astronautas irán en enero del 2000

Con un año y medio de retraso, los rusos presentaron ayer el módulo de servicio de la Estación Espacial Internacional (ISS), ya terminado y listo para su transporte a la base de lanzamiento. Este módulo será la primera vivienda permanente de los astronautas en el complejo. El módulo será lanzado el próximo mes de noviembre, se ensamblará a los dos segmentos de la ISS que ya están unidos en órbita y recibirá a los tres primeros inquilinos en enero del 2000.

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El director de la Agencia Espacial Rusa, Yuri Kóptev, y el presidente de la corporación Energuia, Yuri Semiónov, firmaron ayer el documento que certifica que el módulo de servicio de la Estación Espacial Internacional (ISS, siglas en inglés) ya está preparado. Este módulo es el principal de los que corresponde fabricar a Rusia y es el que permitirá que la estación sea habitada permanentemente. A su presentación oficial en Moscú, asistieron ayer representantes de la NASA y de la Agencia Europea del Espacio (ESA). La crisis económica ha sido la razón aducida una y otra vez por los rusos para justificar ante sus socios los retrasos en la construcción del módulo de servicio, cuyo coste asciende a 320 millones de dólares (48.000 millones de pesetas). La ayuda financiera de la NASA ha sido imprescindible para acabar esta pieza de la ISS.

El módulo de servicio pesa 18,75 toneladas y mide 13 metros de longitud, con tres compartimentos presurizados y 14 ventanas. Además de todas las instalaciones necesarias para acoger a los astronautas en estancias prolongadas, lleva numerosos equipos, entre los que destacan los ordenadores de control de la ISS, sistemas de procesos de datos y de comunicaciones. También tiene dos grandes paneles solares, dos motores de corrección de órbita y 32 motores para la orientación de la estación.

Precisamente el módulo de servicio es el que permitirá que la estación sea habitada y pilotada. Este segmento se convertirá en el principal lugar donde transcurrirá la vida y el trabajo de la tripulación permanente de la ISS. Después, cuando los diferentes socios del proyecto, incluida la ESA y la agencia japonesa NASDA, tengan sus propias dependencias en la ISS, el módulo de servicio será el centro funcional de los rusos en el complejo orbital.

El módulo será enviado al cosmódromo de Baikonur (Kazajstán), a mediados del próximo mes de mayo, para ser lanzado al espacio medio año más tarde, una vez realizadas todas las pruebas antes de la puesta en órbita. Si todo va bien, la primera tripulación permanente, compuesta por el estadounidense Willian Shepherd y los rusos Yuri Guidzenko y Serguéi Krikaliov, podrá comenzar a trabajar a principios del 2000 en la ISS. Esta primera misión en órbita de los tres astronautas durará cinco meses.

Este es el segundo módulo ya construido por los rusos. El primero, llamado Zariá , fue puesto en órbita en noviembre de 1998. Zariá, que es una modernización de las estaciones orbitales rusas tipo Soyuz, proporciona los sistemas de control, comunicaciones y energía en la fase inicial de la estación. Dos semanas más tarde el transbordador estadounidense Endeavour llevó al espacio el Nodo 1, o Unit y, que los astronautas acoplaron al Zariá.

La ISS tendrá numerosos componentes, cuyo ensamblaje en órbita correrá a cargo de decenas de astronautas que realizarán casi un centenar de paseos espaciales. El programa de montaje contempla 34 misiones de transbordadores de la NASA y nueve naves rusas. El plan es terminar la estación en el 2004 o 2005.

La participación de los rusos en la ISS tiene un precio muy alto para ellos, puesto que significa el fin de la Mir, la estación que ya lleva más de 13 años en órbita. Moscú no tiene medios financieros ni técnicos para mantener la Mir y participar en la ISS. Según Koptev, un millonario británico, está dispuesto a pagar 100 millones de dólares por hacer un viaje espacial, suma que permitiría prolongar unos meses la vida de la Mir. La estación será destruida este verano si no se encuentra financiación urgente para mantenerla en órbita.

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