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Los urbanos de Granollers dejan de multar masivamente y se sientan a negociar

La policía local de Granollers (Vallès Oriental) anunció ayer que paralizará sus acciones de protesta a la espera de una nueva ronda de conversaciones con el Consistorio sobre el convenio laboral. La semana pasada, los policías quintuplicaron el número de multas como medida de presión en el conflicto que mantienen con el equipo de gobierno, formado por CiU, el PSC y ERC. En sólo tres días, los agentes impusieron 944 sanciones, cuando la media diaria se situaba en 60. Las zonas más afectadas por las sanciones fueron los barrios de Can Bassa y Can Gili, en los ejes este y sur del municipio, donde existía una situación de tolerancia en el aparcamiento nocturno dada la escasez de plazas. Según los agentes, su actuación en estas zonas es una respuesta a las presiones políticas que reciben para multar principalmente a los vehículos mal aparcados de la zona centro, donde se concentran los estacionamientos de zona azul. El equipo de gobierno municipal, sin embargo, desmintió este extremo. Así mismo, los agentes denunciaron haber recibido amenazas de apertura de expedientes si la grúa municipal no retiraba un número determinado de vehículos al día. La actuación de la policía local trasladó a la ciudadanía la tensión que el conflicto había generado con el Consistorio, después de que el convenio del personal laboral y funcionarial del Ayuntamiento excluyera a la policía local. Esta excepción ha sido denunciada por los policías en el juzgado y provocó una airada protesta de los guardias contra el comité de empresa y una posterior reacción de CC OO, que denunció haber recibido amenazas de algunos agentes. Al día siguiente, la práctica totalidad de la plantilla de la policía asistió de forma masiva al pleno municipal interrumpiéndolo en diversas ocasiones, especialmente en el punto de la aprobación del convenio de los trabajadores de la corporación. Las principales protestas se dirigieron hacia el concejal socialista de Gobernación, Santiago Sáenz, contra quien ya interpusieron una denuncia judicial por el decreto de servicios especiales que dictó con motivo de la Media Maratón Granollers-La Garriga. Los agentes calificaron de "provocación" la aprobación de un acuerdo de pleno que permitirá imponer por decreto los horarios y días de trabajo si las circunstancias lo requieren. Precisamente, la reducción horaria y los turnos especiales son los caballos de batalla de una negociación a la que se suman la dotación de medios materiales y de condiciones en que se encuentra el propio edificio de la policía local.

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