El PP está dispuesto a gobernar con el PSOE en las capitales vascas frente al pacto nacionalista

La dirección nacional del PP está ya convencida y dispuesta para gobernar, si los votos lo permiten, en coalición con el PSOE en las tres capitales vascas tras las elecciones del 13 de junio para contrarrestar la pujanza nacionalista. En el PP han tomado conciencia de la necesidad de esa alianza municipal en Euskadi con su gran adversario nacional tras escudriñar los resultados de las encuestas internas encargadas en las distintas capitales españolas. Uno de esos sondeos les alertó de que, ante el pacto nacionalista entre PNV y EA, el PP dejaría de ser el partido más votado en San Sebastián.

El pacto nacionalista formalizado ya entre PNV y Eusko Alkartasuna, más los apoyos aún no oficializados con Euskal Herritarrok, ponen a PP y PSOE ante un panorama municipal en Euskadi bastante difícil si actúan por separado. La voz de alarma ha llegado al PP en forma de sondeos internos. Las encuestas les han alertado, por ejemplo, de que esa gran coalición nacionalista les arrebataría la victoria que lograron en votos en San Sebastián en 1995 con el actual ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, como candidato. La cabeza de lista ahora será María San Gil, ex secretaria de Gregorio Ordóñez, el líder del PP vasco asesinado por ETA aquel mismo año. El PP ganó en votos en 1995 en San Sebastián, donde logró siete concejales, pero luego gobernó el PSOE, también con siete ediles, en consenso con EA (5) y PNV (3). HB obtuvo cinco actas.

El PP enfoca estas próximas elecciones municipales y autonómicas con el reto de no descender posiciones sobre los niveles históricos alcanzados en 1995, donde acaparó el gobierno de 40 capitales (33 con mayoría absoluta) y diez comunidades autónomas (si se cuenta Navarra).

En cualquier caso, la primera obsesión electoral para el PP sigue siendo ahora el País Vasco. Porque se persigue rellenar muchas más listas que las confeccionadas entonces (120 sobre 250 municipios). Pero también porque los adversarios nacionalistas se presentan más unidos que nunca tras el pacto entre PNV y EA.

El PP ha contratado con una firma privada de sondeos un listado de encuestas sobre sus posibilidades en las distintas capitales y autonomías. Los vaticinios no son nada malos. Tampoco en Asturias, donde los sondeos no reflejan un castigo demoledor por la crisis desatada entre el vicepresidente Francisco Álvarez Cascos y el presidente del Principado, Sergio Marqués.

El Partido Popular, según esos augurios, no soportaría tampoco graves costes electorales en Canarias, donde se quedó en los anteriores comicios a dos escaños de Coalición Canaria. Estos sondeos se contrataron antes de la crisis provocada por las denuncias de corrupción de cargos del partido. En el ámbito municipal, la única plaza donde el PP venció en número de votos en 1995 y ahora no repetiría ese resultado es San Sebastián. El acuerdo entre PNV y EA les auparía después de junio a ese lugar en detrimento también del PSOE, que gobierna ahora con PNV y EA en este ayuntamiento.

El PP, naturalmente, se volcará de nuevo en esta campaña electoral en el País Vasco. El nuevo secretario general del partido, Javier Arenas, ya viaja semanalmente a Euskadi con cualquier motivo y así continuará haciéndolo en las próximas semanas. Aunque en el PP estén dispuestos a pactar con el PSOE futuros gobiernos en todos los municipios vascos posibles, el ejemplo de las tres capitales se considera simbólico. Los datos, no obstante, revelan que esa coalición de gobierno podría ser mucho más que una hipótesis de trabajo en San Sebastián y en Vitoria, y también en la Diputación Foral de Álava. Precisamente en Álava el PP ofrecerá candidatos propios en todos sus municipios.

Los dirigentes del PP no ocultan, en esta estrategia, su preocupación porque el PSOE se desmorone en esta campaña. Para que todo salga como tienen previsto necesitan que los socialistas también obtengan unos buenos resultados. Los contactos definitivos entre las cúpulas de ambas formaciones para fraguar esos acuerdos se pospondrán, en cualquier caso, para después de la cita con las urnas.

Borrell y las primarias

Que la dirección del PP se plantee esos acuerdos no quiere decir que la relación política con el PSOE en Madrid haya mejorado. Ayer mismo, Javier Arenas arremetió contra el candidato socialista, José Borrell, al que culpó de estar creando con su "estrategia de crispación y destrucción" un clima falso de corrupción generalizada. Arenas le aconsejó una política más "constructiva", como la que podría proponer Joaquín Almunia, y sobre todo que se olvide de plantear estas próximas elecciones como unas primarias de las generales.