Guardiola reclama diálogo entre ganaderos y veterinarios
Mañana de resaca, tarde de toros, y se acabó. Los guardiolas cierran la Feria de Abril y detrás de ellos quedan más de un centenar de toros nacidos, criados y mimados para su lidia y, pese a ello, inútiles para semejante cometido. Alfonso Guardiola, representante del hierro de María Luisa Domínguez Pérez de Vargas que encabeza el cartel de hoy, prefiere evitar la polémica y se limita a reclamar diálogo: "Hay que escuchar a los ganaderos. Todo esto está ocurriendo porque no se hablan las cosas. Los dueños de los toros no tenemos voz".
El portavoz de una divisa tradicional en Sevilla, y durante cinco años seguidos acaparadora de todos lo premios, no quiere acusar a veterinarios o presidentes. "Se olvida lo más elemental. No queremos estafar a nadie. Los que primero deseamos triunfar en nuestra tierra somos los ganaderos. ¿Por qué íbamos entonces a engañar al público?", dice para arrojar luz sobre lo que no duda en calificar como una actitud recelosa de la autoridad.
"Cada plaza tiene sus características y exige un tipo de toro. Nosotros lo sabemos e intentamos respetarlo. De hecho", insiste, "bastaría un poco de diálogo para no llegar a los extremos a que se está llegando".